AEBOX/Jose Luis Abad/ — Llegamos en pocos días a uno de los combates más esperados desde su anuncio en este año boxístico 2017, y se trata ni más ni menos señoras y señores, que de la unificación de dos títulos en la categoría máxima de los pesos pesados que dejó vacantes el irlandés Tyson Fury: los cinturones WBA e IBO, y el cetro de la IBF en poder de uno de los púgiles participantes. El inglés Anthony Joshua (campeón de la IBF) y el ucraniano Wladimir Klitschko desatarán serias hostilidades en el Wembley Stadium de Londres el próximo sábado 29 de abril en lo que se presume va a ser la pelea más taquillera de los últimos cinco años en la división del peso pesado. Podemos estar ante el resurgir de esta tan mermada división, carente de atractivo tanto boxístico como mediático desde hace muchos años.
Anthony “AJ” Joshua (18 – 0 – 0, 18 KO), una impresionante visión, una mole cincelada de 1,98 m de altura que llega con un récord que verdaderamente puede aterrorizar a cualquiera. A sus 27 años, AJ tiene la primera oportunidad de su vida para pasar verdaderamente a la historia ya que sus victorias anteriores quedan un tanto eclipsadas por el dominio abrumador que el púgil de Watford infringe a sus rivales. Joshua solo ha llegado a disputar 7 asaltos en dos ocasiones, 3 en otras dos y en el resto de los 14 combates se reparten entre el asalto 1 y el 2, verdaderamente impresionante y muy dificultoso para la labor de los analistas. Estamos ante un púgil muy dominante que aprovecha muy bien las fisuras de sus rivales para hacerlos picadillo con sus puños de auténtico killer. Joshua nunca se precipita ni va a un intercambio descarnado de golpes, que es lo que podría intuir su récord; el inglés lleva la batuta del combate hasta que ve la oportunidad para meter sus poderosísimas manos.
El acercamiento al rival lo hace, o bien con un uno-dos de perfecta ejecución, o bien con un ligero hook abierto de izquierda que aparta la guardia del rival para explosionar con la derecha. Una vez Joshua está en la media distancia, es sencillamente porque su rival está herido de muerte, y entonces se desata una tormenta de rayos, truenos y centellas en forma de ráfaga de golpes que literalmente machacan la carne de sus oponentes. La guardia de Joshua no existe, pero es que nunca la ha necesitado, nunca le han pegado, no sabemos si ni siquiera el bueno de Anthony sangra! Técnicamente, aparte de destacar su aproximación que es efectiva 100%, su inteligencia en aprovechar los fallos en la defensa de sus rivales y su insultante poder de intimidación, destacaré un golpe que es absolutamente estremecedor: su uppercut de derecha cuando lo cuela entre la guardia de sus rivales. Este golpe es de lo más definitivo que hay actualmente en el boxeo. No se le ha podido pedir más a Joshua, el hombre se ha pegado en sus últimos cinco combates con cuatro auténticos asesinos a los que ha despachado mandándolos a dormir poniéndoles el gorrito y arropándolos con una manta. No sabemos susdebilidades porque nadie lo ha puesto en apuros, y esa no es su culpa.
Vamos a ver a todo un atleta encima de un ring en su prueba más exigente, y es que seguro que Joshua está deseando este combate para demostrarle al mundo que no es un espejismo y que su récord no es un récord de paja. Personalmente creo que en este combate, gane o pierda va a aprender mucho ya que desde mi particular punto de vista, el inglés tiene mimbres para ser un grandísimo campeón y tiene muchísimo margen de mejora en todos sus aspectos boxísticos. A pesar de su juventud no se deja intimidar por nada ni por nadie y su actitud es inmejorable para afrontar grandes batallas.
Wladimir “Dr Steelhammer” Klitschko (64 – 4 – 0, 53 KO), otro gigante de casi dos metros de estatura para el que ante todo, voy a pedir respeto porque ha sido un boxeador excesivamente criticado y creo que infravalorado al haber estado siempre a la sombra de su hermano Vitali.
Este señor, que tiene 41 años por lo que casi podría ser el padre del que va a ser su rival, tiene casi el triple de anestesiados que el amigo Joshua, y ha noqueado a púgiles como Cris Byrd, Ruslan Chagaev, Hasim Rahman, Samuel Peter o Eddie Chambers y tiene una victoria sobre el todopoderoso en ese momento David Haye al que desarboló por completo en un combate de pura estrategia donde no dejó acercarse al Haymaker. El boxeo de Wladimiro (como lo llama cariñosa y respetuosamente mi querido amigo Cele) es un boxeo muy del Este de Europa, un boxeo sobrio, recto y erguido con la mano izquierda por delante y la derecha al mentón estando muy bien plantado de piernas y cuya estrategia se basa en duros directos y hooks de izquierda que hacen que a sus oponentes les entren los siete males de pensar que tienen que meterse en el radio de acción del ucraniano para ganarle el combate. El gigante eslavo oriental ejecuta muy bien el uno-dos al que le imprime una potencia descomunal, el directo de izquierda y el hook de izquierda con paso adelante son golpes que al ejecutarlos llevan muchísima fuerza. Klitschko es bastante torpe en la corta distancia e incluso en la media aunque últimamente se le ha visto mejor, pero dónde rompe es en la larga distancia con su boxeo recto y de penetración. De Wladimir tenemos más información que de Joshua, el ucraniano ha caído y se ha levantado, ha tenido combates épicos como el primero que protagonizó con la pesadilla nigeriana Samuel Peter, que hizo que el menor de los Klitschko visitara la lona hasta tres veces para luego apuntarse una victoria por decisión pasando por encima de Peter en la recta final del combate. Con esto quiero decir que este señor sabe sufrir, ha caído pero sabe levantarse y reponerse para ganar un combate con claridad. Además, tiene un arma que es fundamental para enfrentarse a un hombre de la fiereza y la peligrosidad de Joshua, que es su mano adelantada donde, como hemos apuntado, domina tanto el directo como el hook que le abren la puerta para el uno-dos letal que a tanta gente ha puesto en los brazos de Morfeo. Domina tanto esos golpes, que los utiliza hasta de contra, por lo que es obvio que el nacido en Kazajastán tiene plena confianza en su mano izquierda. A pesar de sus cuarenta y un años, el ucraniano está en perfecta forma física y querrá resarcirse de su último tropiezo con el “Irish Gipsy” Tyson Fury, donde fue despojado de todos sus títulos en un combate que no pasará a los anales de la historia en el mundo del boxeo.
Estamos ante un duelo de muchísima expectación, dos hombres muy fuertes, altos y pesados que pese a sus dimensiones no tienen mala movilidad encima de un ring, y lo que es muy importante, dos grandes pegadores que van a buscar acabar el pleito con la mayor celeridad para seguir buscando peleas que los puedan encumbrar en el olimpo de los pesos pesados junto a los de los años setenta y ochenta.
Entiendo que el ucraniano querrá imponer su boxeo en la distancia utilizando la izquierda y su potentísimo uno-dos para mantener a Joshua fuera de un radio de acción en el que pueda comprometerse su dominio alargando el combate al máximo, sabedor de que Joshua nunca ha acabado un combate profesional. En la otra esquina, el inglés aprovechará cualquier descuido de Wladimir para penetrar en su guardia, no dejarlo pensar (esto lo hizo muy bien el malogrado Corrie Sanders) y amartillarlo en una media distancia letal que dé con los huesos del ucraniano en la lona con la mayor brevedad.
¿Podrán el impetuoso poder de intimidación, la rapidez de manos en la media distancia, y la solvencia aniquilando rivales del inglés, frente al implacable boxeo en largo, la inestimable experiencia en peleas extremadamente difíciles y las ganas de que la hegemonía de los pesados vuelva al poder de los Klitschko? ¿Vencerá la machacadora de mandíbulas inglesa al poder del martillo de acero ucraniano?
Klitschko sabe que su mano izquierda es lo suficientemente fuerte como para mantener fuera de la media distancia a Joshua donde se ha revelado como un finalizador despiadado, y también sabe que si ha soportado golpes de auténticos quebrantahuesos como Samuel Peter, podrá soportar los de AJ. Joshua sabe que si entran en una media distancia su velocidad desbordará al ucraniano, no lo dejará pensar y será muy probable que Wladimir dé con sus huesos en la lona, pero también sabe que si se queda a tiro de los brazos del gigante del este corre serio peligro de sufrir su primera derrota como profesional. Joshua no debe dejar que el combate pase del asalto 6, ya que a partir de ahí, va a tener muchos problemas.
El favorito es Joshua pero no por mucho margen. De su lado están la juventud y su explosividad frente al boxeo más parsimonioso de Klitschko, pero del lado del ucraniano están la experiencia y el orgullo de despedirse del mundo del boxeo como lo hizo su hermano Vitali, siendo campeón y dominando la categoría. Estoy convencido de que el sábado habrá un espectador de excepción de este combate, porque seguro que el irlandés Tyson Fury tomará nota del ganador de este combate desde nuestra querida Marbella, donde ha vuelto al trabajo físico en el gimnasio MTK para que sea este 2017 el año de su regreso. No sé si este combate será el combate del año, particularmente para mí no lo es porque los combates más atractivos están ahora en otros pesos, además, he tenido la suerte de vivir en plena consciencia los años 80 y se me vienen, a bote pronto, los siguientes nombres: Mike Tyson, Evander Holifield, Tony Tucker, Pinklon Thomas, Trevor Berbick, James Smith, Tim Witterspoon, Ray Mercer, Tommy Morrison, Michael Spinks, Greg Page, Buster Douglas, Frank Bruno… y así podría seguir con unos cuantos más. Ni Joshua ni Klitschko estarían por delante de estos elementos que acabo de nombrar (opinión muy personal), pero de lo que también estoy seguro, es de que el sábado veremos una guerra entre dos titanes que se quieren reivindicar para hacer historia en la división máxima del boxeo.