AEBOX/Jose Luis Abad/ — Espectacular ambiente de esta noche en el T-Mobile de Las Vegas ver un combate que no ha defraudado en cuanto a su ritmo pero si en cuanto a sus acciones.
Hemos visto un Canelo cediendo el centro del ring y la mayor parte del tiempo contragolpeando, y un Golovkin buscando cerrar al mexicano y, aunque lo ha conseguido en varios lances del combate, no ha definido para poner a su rival fuera de combate.
El resultado: injusto. Creo que GGG ha hecho más méritos para ganar esta pelea y para mí se ha apuntado nueve asaltos de doce, ha tenido más ambición en buscar el combate y mucha más efectividad en su golpeo. Además, uno de los jueces ha dado 118-110 para Álvarez, y sinceramente no entiendo que pelea estaba viendo este hombre. Estaba claro que el factor jueces siempre iba a jugar en favor de Canelo, pero creo que lo han enmascarado con los otros dos resultados para que saliese nulo, y así, tendremos revancha.
El tapatío ha salido con mucho brío inicialmente aunque el primer asalto ha sido un asalto de tanteo con el kazajo más incisivo. Los asaltos dos y tres se los apunta desde mi punto de vista el mexicano, metiendo buenas combinaciones a la contra de dos tres golpes y recibiendo al kazajo con el upper una vez que este tiraba sus golpes. En estos asaltos GGG no encontraba como fijar a Álvarez.
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Es en el asalto cuatro cuando el kazajo empieza a meter manos duras al cuerpo y empieza a funcionarle el directo de izquierda. Aquí consigue ya fijar en las cuerdas al mexicano y empieza su trabajo de demolición. En el quinto ya se ve un Canelo que cede el centro del ring y recibe una derecha a la zona temporal que le mina las fuerzas, ya no se ve tanto brío en la pegada del mexicano.
Los asaltos seis al nueve son de claro dominio y control por parte del kazajo, destacando alguna contra aislada del mexicano.
En el asalto décimo Canelo busca puntuar más sabedor de que se le escapa el combate, y coge un aire fresco que hace que se apunte el asalto con manos rápidas pero que no hacen daño alguno al kazajo.
Los asaltos once y doce son de intento de control de Golovkin y esporádicos intentos de puntuar del mexicano a la desesperada.
Buen combate de estos dos magníficos deportistas con dos estrategias muy distintas: Canelo nunca ha buscado el KO, ha peleado bien a la contra y ha tenido mucha movilidad para intentar no ser un buen blanco del kazajo; Golovkin en su línea de ir a por el combate pero en este lo he visto especialmente más precavido, prudente y con mejor defensa.
Está muy claro que los dos boxeadores se respetaban mucho, ha sido una pelea muy limpia con muy pocas intervenciones del árbitro el señor Kenny Bayless (que ha estado perfecto), pero yo me he quedado con un cierto mal sabor de boca de que no haya habido más acción y más intercambios de golpes de poder por parte de los dos, aunque era lógico que ninguno decidiese correr excesivos riesgos, sobre todo el Canelo (su esquina ha estado todo el combate presionándolo para que no intercambiara con el kazajo y no se quedara en las cuerdas).
Lo peor de todo (además del resultado), la actuación del juez que le da a Canelo un sorprendente 118–110, ni el mexicano se lo creía, y luego un detalle que no me ha gustado como aficionado: la salida primero de Golovkin, que era el campeón y debería haber salido el último, aunque luego lo han arreglado con las presentaciones.
Señoras y señores, este emparejamiento tiene pinta de trilogía, creo que estamos ante uno de los emparejamientos de la historia del boxeo.
