Cotto ya tiene como rival a Golovkin.

AEBOX/ — Cuando Floyd Mayweather Jr. aceptó enfrentar al filipino Manny Pacquiao el 2 de mayo, además de concertar la pelea que todos esperaban, dejó envuelto en un mundo de incertidumbre al puertorriqueño Miguel Cotto, quien ansiaba la revancha ante el mejor púgil libra por libra del mundo.

Durante semanas «Junito» Cotto, campeón mundial mediano del Consejo Mundial (CMB), dilató establecer negociaciones con algún oponente, a la espera de recibir la oportunidad de vérselas contra el invicto astro de Grand Rapids, Michigan, quien lo derrotó por unanimidad el 5 de mayo de 2012, en el MGM Grand de Las Vegas, donde disputaron el cetro de Súper campeón de la Asociación Mundial (AMB), en las 154 libras.

Pero al confirmarse el Mayweather-Pacquiao se acabó el tiempo de espera y Cotto (39-40, 32 KOs) tendrá que enfrentar en forma obligatoria al kazajo Gennady Golovkin, monarca interino de las 160 libras del CMB.

Hace pocas horas, el CMB confirmó al invicto Golovkin (32-0-0, 29 KOs) retador obligatorio de Cotto, aunque antes el boricua podrá realizar una defensa voluntaria y el ganador tiene como única opción chocar con el nacido en Kazajstán, considerado entre los más fuertes pegadores del planeta.

Sin la más mínima intención de subestimar al puertorriqueño, el duelo ante «GGG» Golovkin se torna muy difícil en las intenciones de Cotto de mantener su reinado en las 160 libras.

Golovkin ratificó el 21 de febrero en Montecarlo, Principado de Mónaco, que es uno de los más electrizantes boxeadores de estos tiempos, al noquear en el undécimo asalto al británico Martin Murray, un adversario con buena técnica boxística, sólida defensa y poder en los puños.

El enfrentamiento entre Golovkin y Murray rondó el millón de hogares en los Estados Unidos, donde los amantes del pugilismo pudieron apreciar a un boxeador con cualidades excepcionales y hambre de gloria.

Y al concluir su pleito ante Murray, el también llamado «Asesino con Cara de Niño» lanzó su reto a Cotto con el propósito de unificar sus cinturones de súper campeón de la Asociación Mundial (AMB) y el «regular» de la Organización Internacional (OIB), junto al del CMB en poder del púgil caribeño.

«Espero que Cotto me dé la oportunidad», dijo Golovkin aún sobre el cuadrilátero de la Sala de las Estrellas en Montecarlo. «Es la pelea que deseo para unificar nuestros títulos».

Con el triunfo ante Murray, el invicto Golovkin, de 32 años, elevó a 19 las victorias consecutivas por la vía del cloroformo, desde aquel lejano 2008, cuando se impuso por unanimidad en ocho asaltos al ya retirado argelino Amar Amari, en Dinamarca.
Murray venía de un triunfo en el séptimo asalto ante el italiano Domenico Spada, el 25 de octubre, en la misma instalación donde lidió contra Golovkin y que le reportó el cinturón Plata del CMB.

Pero hace casi dos años, Murray sufrió el único fracaso de su carrera a manos del argentino Sergio «Maravilla» Martínez en Buenos Aires, la capital de Argentina, donde el europeo ofreció una gran demostració e incluso envió a la lona al sudamericano en el octavo.

Coincidentemente, Cotto conquistó la corona frente a Martínez, el 7 de junio del pasado año en el Madison Square Garden de Nueva York, donde derribó en cuatro ocasiones, tres en el asalto inicial, al entonces monarca.

No obstante la ordenanza del CMB de ratificar el pleito obligatorio entre Cotto y Golovkin, desde México llegó un reto del Junior Chávez para pelear contra el boxeador de Karaganda.

«Te apuesto ‘GGG’ un millón de dólares de la bolsa a que te noqueo si peleamos en mi categoría @GGGboxing», escribió Chávez Jr. en su cuenta de Twitter. «Sin su poder, no es tan buen peleador».

Pero Chávez tiene un combate inmediato frente al polaco Andrzej Fonfara el 18 de abril, previsto en la categoría semicompleta en una ciudad estadounidense aún sin definir.

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