Deontay Wilder devuelve el titulo de los pesados a Estados Unidos.

 AEBOX/ — Deontay Wilder devolvió el título de peso pesado a los Estados Unidos al derrotar por decisión unánime a Bermane Stiverne en pelea celebrada en el MGM Grand de Las Vegas.

Los dos prometieron dar una guerra, no fue tal, pero por momentos lo pareció, se ofendieron más en las conferencias que en el ring.

En el primer episodio hubo pocas acciones, los dos púgiles medían sus fuerzas, nadie se animó a soltar las amarras. Wilder usaba o largo de sus brazos para mantener a distancia al campeón, quien no se animaba a ofender, tenía la guardia bien ceñida, no lanzaba muchos golpes.

Wilder no se dejaba llegar a Stiverne, y éste no sabía cómo acortar, se veía incómodo, el segundo rollo parecía una calca del primero, cuando el episodio agonizaba, el retador arreció el ataque, tiró las manos como dos aspas, daño al monarca, éste cayó al suelo, pero fue fuera de tiempo, en la esquina del haitiano hacían milagros para revivirlo.

EL campeón se recuperó para el tercer episodio, metió una buena combinación a la zona blanda del retador, quien manejaba bien la distancia, metía bien el jab de izquierda, remataba con la derecha, al final Stiverne se lanzó con todo, pero  no pudo asestar un puñetazo.

El haítiano hizo más en el cuarto asalto, buscó más al retador, quien sonreía cada que recibía un golpe, el estadounidense bajo las revoluciones, no atacó demasiado, se relajó y ahí perdió puntos.

“B-Ware” encontró el ritmo de la pelea, pero Wilder respondió con la derecha al rostro, Stiverna salió dañado, trastabilló, se replegó, el retador se le fue encima, pero no pudo terminar con su obra, el quinto round era historia.

La pelea tenía más acción, los dos pedían oxígeno, estaban más parados, Stiverne asestó un izquierdazo a Wilder, éste se tambaleó, pero se recuperó rápido, rechazó el ataqué y lanzó la derecha para poner un alto al campeón.

Wilder perforó la trinchera del campeón con un poderoso cañonazo de derecha, al haitiano se le doblaron las corvas, parecía que se colapsaba, pero aguantó firme la artillería del retador, quien no pudo conectar el golpe definitivo.

Las acciones disminuyeron considerablemente en los rounds ocho y nueve, los dos parecían estar cansados, Stiverne siempre fue al frente aunque con muy poca efectividad, no puno meter una buena combinación.

La pelea cayó en un hoyo en los últimos cuatro episodios, las ocho mil personas en el MG Grand le recriminaron a ambos boxeadores con sonoros abucheos. Parecía que Wilder podría dar más, pero se reservó quién sabe para qué; Stiverne quiso, pero su boxeo y condición física eran pobres.

La decisión fue a los jueces y éstos dieron: 118-109, 119-108 y 120-107, todo a favor para el nuevo campeón mundial; Deontay Wilder.

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