Dominguez vs Peleguer, el ultimo despropósito de la comisión profesional

AEBOX/Gonzalo Campos/ — Hoy iniciamos la mañana analizando una noticia que daban ayer algunos medios canarios. Sandro Dominguez defiende de forma voluntaria su cinturón de campeón de España de peso superpluma, antes de realizar la defensa obligatoria con el madrileño Eric Pambani, nombrado aspirante en estos primeros días del año.

Hasta aquí la noticia podría parecer normal, pero todo deja de tener sentido cuando se anuncia que Ryan Peleguer será el aspirante que tratará de quitar el titulo al campeón canario. Vaya por delante que mi relación con Ryan es excelente. Le considero un ser humano estupendo ademas de un boxeador muy profesional y honesto, pero sin duda Peleguer no reúne los requisitos que ha de tener un púgil para disputar uno de los pocos títulos aun no prostituidos de nuestro Planeta Boxeo.

El pasado verano, tuve la oportunidad de compartir una amena e interesante entrevista con Sento Martinez, donde me comentaba lo mucho que significaba para él como entrenador la disputa de su primer campeonato de España en la esquina de su boxeador Jorge Fortea. Sento estaba radiante por incluir a su curriculum la disputa de un titulo de España y ensalzaba el hecho de hacerlo con Fortea teniendo en cuenta el excelente récord que traía. Sin duda un paso mas en la carrera del entrenador valenciano. Valga esta anécdota para determinar el valor que los propios profesionales dan a este titulo.

La comisión de boxeo profesional de la Federación española no está a la altura del maravilloso momento que atraviesa nuestro boxeo y lo demuestra en decisiones como esta en que debía cuando menos defender la honorabilidad de un titulo, el nuestro, aun valorado en Europa. Los promotores, managers y boxeadores crecen, mientras  el responsable del boxeo profesional Alfonso Redondo, continua acumulando errores a su trayectoria en la española. Valga recordar su aparición en los medios informativos madrileños promocionando una velada en Ciudad Real, prohibida explicitamente por la Federación española.

El pasado 17 de Octubre, tras su derrota con titulo UE, en juego, Adasat Rojas retornaba al ring frente al maño Sergio Mateo en Tenerife. Adasat volvía al ring para continuar su carrera en el peso supermedio, y con el fin de dar un poco mas de gancho a la velada, anunciaron su pelea como eliminatoria para la disputa del campeonato de España supermedio. Mal hecho, porque Sergio no tiene récord para la disputa del titulo en caso de victoria, y así lo hizo saber Alfonso Redondo, que enseguida llamó al promotor para amenazarle con prohibir la velada si no retiraban del cartel lo de la citada «eliminatoria». Solo han pasado tres meses y podemos comprobar el rasero con el que mide Redondo. Ahora permite no una eliminatoria sino un campeonato de España en las mismas condiciones.

Muchos son los que han dejado de ir a la federación y es que se comenta que el responsable del boxeo profesional es la cámara de «Prosegur» que el Consejo Mundial tiene instada en la Federación española, y que por ello no cuenta con la confianza de presidencia, como se ha demostrado con el nombramiento de Torralba en la EBU. Pero esta decisión me parece que es un verdadero desprecio al cinturón de Campeón de España que tan importantes boxeadores españoles han engrandecido, y una dejación de funciones que perjudica y mucho al certificado de calidad que supone acceder a la disputa de un campeonato de España.

Desde aquí solo esperamos una rectificación por parte del comité de boxeo profesional y no estaría mal ahora que vuelve a haber boxeadores, retomar  la formula de agrupar a los boxeadores por series y determinar los requisitos concretos que debe cumplir un boxeador para la disputa de un titulo de España.

No quiero despedirme sin recordar que Ryan Peleguer está de sobra capacitado no solo para dar la cara en la disputa de este titulo sino que si se le presenta la oportunidad podría dar la sorpresa, pero no es eso lo que se discute. El presidente de la federación española debe tomar cartas en el asunto y no permitir este tipo de decisiones alejadas por completo de la lógica y de los mas elementales fundamentos de la competición.