AEBOX/Nacho Gutiérrez/ – Se fue Ultiminio Ramos, alias “Sugar”, en su batalla contra el cáncer de páncreas y cuando tenía justo 75 años.
Ultiminio era de esa clase de boxeadores pasionales y con miles de devotos que parió Cuba antes de que el profesionalismo estuviera prohibido. Elegante y pegador que empezó a brillar desde La Habana para después dar el salto a México.
“Sugar” Ramos representó como nadie la potencia y la pegada pero también lo cruel que puede ser el boxeo con uno. Aunque no lo decimos por lo que el sufriera sino por el peso de acarrear con la muerte de dos rivales. Eso lo dice todo.
La primera de las batallas fatales fue contra José ‘el Tigre’ Blanco en 1958 en la ciudad de La Habana. Blanco falleció después a consecuencia de la dureza del combate.
Pero la victoria más amarga y que más permaneció en la retina, quizás por aquello de la trascendencia televisiva de Estados Unidos, fue y cinco años más tarde contra Davey Moore, en Los Ángeles.Esa noche Ultiminio recuperó el título pluma del W.B.C. y la W.B.A pero lo que quedó fue el fallecimiento del Moore cuatro días después.
En su etapa como aficionado, que comenzó 14 años, realizó algo más de 100 combates. Después pasó al profesionalismo donde obtuvo un record de 55 Victorias con 40 nocauts y 7 derrotas junto a 4 nulos. Además, hay que resaltar el que fuera miembro del Salón de la Fama.
Descanse en paz el cubano que encontró en México su segunda patria.
