AEBOX/Gonzalo Campos/ — Mucho se está hablando estos días del giro inesperado que han dado las elecciones a la federación española con la entrada en escena de manera inesperada del presidente de la federación murciana Felipe Martinez, ultimo directivo que traiciona a Martín Galán y que pugnará por conseguir en la asamblea del 18, los votos suficientes para ser presidente del boxeo español los próximos cuatro años.
Recordar que Felipe Martinez, ha sido durante este ultimo mandato hombre de confianza del presidente, responsable del PNTD, responsable del equipo B, de la selección concentrado en Murcia, ademas de colaborar activamente en las ultimas ediciones de los campeonatos de España en Murcia. Felipe se une de este modo al grupo de disidentes ya conocido y destapa un complot orquestado desde dentro y en el que hay nombres por los que Martín Galán ha dado la vida en estos últimos cuatro años.
Durante el mandato del anterior secretario de estado para el deporte, Miguel Cardenal, aquel al que le encantaba recibir y hacerse fotos con Sergio «Maravilla» Martinez, pero que no tuvo la decencia de homenajear a nuestro mas laureado campeón, Javi Castillejo… Como les decía, durante la etapa de Cardenal, asistimos a la mayor persecución que se ha hecho jamas a una federación deportiva, con constantes trabas e intromisiones en terreno federativo y con la consigna de torpedear toda iniciativa que partiera de la Federación Española de Boxeo.
¿Estarán desde el CSD, tratando de manipular los destinos de una federación en proceso electoral?… Ahí dejo una pregunta, pero no piensen que estoy paranoico, ya que hace solo unas semanas y en este mismo proceso electoral, hemos podido ver como desde el CSD, se mandaba una circular a las territoriales desaprobando las políticas de Martín Galán, en un intento de torpedear la figura de un presidente que con la mitad de presupuesto que presidentes anteriores ha logrado un diploma olímpico para nuestro boxeo en estas ultimas olimpiadas, ademas de encontrarse la federación en pleno proceso electoral, lo que amplifica el disparate de quien rige el destino del deporte español y debe ser garante de hacer que se cumplan las leyes y no de adulterar unas elecciones.
Felipe Martinez no es consciente del disparate en el que está participando, traicionando a quien confió en él y creando una alianza con aquellos que lo único que desean y lo han demostrado, es servirse del boxeo. El fin no siempre justifica los medios ni las alianzas, Felipe. Roma no paga traidores.
