Kerman Lejarraga, la leyenda que debe continuar

AEBOX/Gonzalo Campos/Foto:El correo/ – Este pasado sábado toda la afición boxistica del país se acostaba con el disgusto mas grande de los últimos años. Acabábamos de presenciar como al mas querido y admirado de nuestros deportistas le llegaba la hora de la derrota tras 27 enfrentamientos profesionales victoriosos y una aureola de ilusión y magnetismo al alcance solamente de los elegidos que cada dos o tres décadas llegan a nuestro ajado deporte para situarnos en el mapa deportivo nacional e internacional.

Dolorosa derrota por como se produjo, delante de 10.000 de los suyos, Kerman estaba vencido de rodillas en la lona y creo que un trozo de todos nosotros también. Inmediatamente vinieron a mi cabeza muchas noches de sinsabor boxistico y recordé mi primera gran derrota como aficionado aquel 25 de junio de 1987, cuando Alfonso Redondo dejaba su cinturón de campeón de Europa welter en Suiza, frente a un Mauro Martelli al que los jueces hicieron el favor de su vida. Aquella noche me sentí muy mal, porque mi boxeador preferido, el primer campeón de Europa welter de la historia de nuestro país se veía desposeído de un cinturón que tendría que haber vuelto a Madrid. O aquella otra del 27 de julio de 1991 en Norkfol, Virginia, donde Poli Díaz perdiera el invicto, el campeonato mundial unificado de peso ligero y las riendas de una carrera que podría haber sido mítica. Otra noche amarga de las que recuerdo fue el 15 de Febrero del 97 en Francia, Jose Luis Navarro contra Andrey Pestryaev por el titulo de Europa welter. Navarro tenía la oportunidad de disputar el mundial si ganaba aquella pelea y en el ultimo suspiro y con la pelea ganada se le apagó la luz y se ahogó en la orilla de una playa en la que con él nos ahogamos todos los que estábamos pendientes de su crucial desenlace. El boxeo es el deporte mas bello del mundo, pero también el mas cruel e insensible por todos los ingredientes que atesora en si mismo.

Afortunadamente el tiempo nos da conocimiento y perspectiva para dilucidar y saber diferenciar derrota y fracaso, y para entender que a veces las derrotas son un toque de atención y nos reconducen al camino del éxito. Kerman pagó muy caro el sábado entender que la élite del boxeo mundial exige lo máximo de un deportista, y algo mas importante aun, y es que el trabajo que ha servido para llegar hasta aquí quizá no sea ya suficiente para continuar en esta nueva etapa.

El domingo me despertó un mensaje de whatsaap, en el que mi interlocutor me decía que no había dormido bien pensando en el desenlace de la pelea. El mensaje analizaba todos los detalles del choque y mi interlocutor sabía de lo que hablaba. Era Javi Castillejo, el mismo que tras perder por ko un titulo de Europa frente a Laurent Boudouani en Francia, se proclamaría ocho veces campeón mundial en dos pesos distintos.

¿Ha pasado ya el momento de Kerman Lejarraga? En absoluto. Creo que si el hoy abatido Txutxi Del Valle se impone y plantea esta etapa con profesionalidad y dando los pasos adecuados en las preparaciones de Kerman, como dice Ricardo Sanchez Atocha, «yo sigo viendo un campeón mundial dentro de ese chico».

¿Por que Manolo Pombo era inflexible con el trabajo, secuestraba a Castañon y lo concentraba en el campo durante dos meses y medio hasta tenerlo apunto? para ganar 16 campeonatos de Europa. ¿Por que Ricardo Sanchez Atocha aislaba a Javi Castillejo durante 8 semanas en la preparación de sus grandes peleas? ¿Por que empleaba 30.000$ de los años 90, en una decena de sparring venidos de todos los rincones del mundo?… para ganar seis europeos y ocho campeonatos mundiales. las grandes peleas requieren un entrenamiento, un trabajo de equipo, de concentración, y un enfoque en el rival que ralle en la obsesión, para como dice aquel pasaje cinematográfico, «recuperar la mirada del Tigre».

Cuando entrenador y boxeador que se han forjado al mismo tiempo y llegan al éxito de la mano, se torna complejo trabajar con el deportista, porque es imposible discutirle las claves del éxito, las tiene todas consigo y no existen argumentos con los que rebatirle, hasta que llega la primera derrota.

En estos casos hay dos tipos de boxeadores, los que arrojan la toalla y los que agarran al toro por los cuernos, hacen de la derrota una experiencia vital y salen reforzados sacando lo mejor de si para culminar una carrera brillante. Los grandes boxeadores a la larga hacen de la derrota una gran compañera y amiga.

Txutxi y Kerman no son conscientes del vuelco que le han dado al boxeo español desde un pequeño gimnasio del centro de Bilbao, pero menos aun de lo que está por llegar si toman las medidas adecuadas para afrontar una etapa que les va a exigir el doble y de la que también pueden conseguir mucho mas de lo logrado hasta ahora.

La afición está orgullosa de vosotros y en deuda de por vida por la ilusión generada y por los éxitos obtenidos. Gracias por lo vivido y por lo que queda por vivir. Aupa Kerman!

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