Manny Pacquiao – De la pobreza a la riqueza.

ESPN/ — Es la historia perfecta, se llama Emmanuel Dapidran Pacquiao. Le conocen como Manny, y este 2 de mayo tendrá en su espalda y en sus puños el apoyo y el corazón de millones de fanáticos que quieren verle convertirse en el primer hombre en la historia del boxeo profesional en vencer a Floyd Mayweather.

Manny, o Pacman como le dicen muchos desde que comenzó a triunfar en el deporte de los puños, es el hijo pródigo de Kibawe, un municipio con 35 mil pobladores perteneciente a la provincia de Bukindon, Filipinas. Es el único boxeador que ha conquistado títulos en ocho diferentes categorías, atleta inconmensurable, cantante, actor, basquetbolista, político, altruista y, sobre todo, un ser humano amado.Salió de las calles para tocar con sus propias manos el firmamento, y cuando lo hizo, se convirtió en un símbolo de oportunidad y esperanza.

Para lograrlo, tuvo que lidiar con el hambre y sin una casa para poder dormir, buscando oportunidades y las oportunidades se las dio el boxeo.»Recuerdo que cuando era niño hacía a veces una comida al día, eso nunca lo olvidaré porque eso me motiva a pelear duro cada día».El 25 de enero de 1995 el zurdo comenzó a hacer ruido derrotando a su compatriota Edmund Enting Ignacio pesando apenas 106 libras (48 kg.). Ganó sus primeros 11 combates antes de caer noqueado por Rustico Torrecampo en febrero de 1996; sin embargo, volvió a la carga y luego de 12 victorias, logró conquistar su primera faja mundial venciendo en diciembre de 1998 al tailandés Chatchai Sasakul, se convirtió entonces en campeón Mosca del Consejo Mundial de Boxeo.

Pero eso apenas era el despertar de la bestia.Perdió el título un año después y decidió, de una pelea a otra, en 1999, subir 10 libras para probar su suerte tres divisiones arriba de la que había combatido. Esta decisión cambió su vida, porque gracias a ello se abrió las puertas del mercado estadounidense y porque ya en territorio americano conoció a un hombre al que hasta hoy, se le da gran parte del crédito por convertirlo en una leyenda viviente. Freddie Roach.De la mano de Freddie, en 2001, comenzó el verdadero show. Con apenas unos días de trabajo en California, Pacquiao conquistó el cetro súper gallo de la Federación Internacional de Boxeo al noquear en seis rounds a Lehlo Ledwaba en el MGM Grand de Las Vegas, sitio al que volverá después de casi 14 años para inscribir su nombre en letras de oro.

Con algunas buenas actuaciones en territorio estadounidense, llegó el momento que detonó el fenómeno. El 15 de noviembre de 2003, Manny detuvo en 11 rounds a la entonces estrella mexicana Marco Antonio Barrera, después derribó tres veces a Juan Manuel Márquez antes de terminar empatando el combate. Vaya espectáculo que garantizaba ese zurdo a la fanaticada.Los resultados y la creciente fama en un mundo sediento de una estrella extranjera que viniera a ofrecer una nueva fórmula al boxeo llevaron a Manny a su primer pago por evento en marzo de 2005, enfrentando al ya grandioso mexicano Érik Morales.

El resultado fue negativo para el púgil tagalo, pero eso sólo significó una detención para su carrera para tomar impulso y levantar el vuelo.Se desató entonces la Pacmanía. Comenzaron las victorias sobre Héctor Velázquez, Érik Morales, Óscar Larios, Jorge Solís, otra vez Barrera, otra vez Morales y finalmente Juan Manuel Márquez, a quien le quitó el cetro Superpluma del CMB, y más tarde contra David Díaz, a quien le arrebató la faja del CMB pero de peso Ligero. A punta de triunfos la camada mexicana se ganó un boleto para viajar a la luna.Ya como un grandioso representante de Filipinas, Pacquiao hizo el viaje a las estrellas acompañado del legendario Óscar de la Hoya en 2008.

Al ‘Golden Boy’ lo detuvo en ocho asaltos en esta nueva aventura, ya en peso Welter, y no sólo lo retiró, sino que le arrebató la estafeta de estrella.Con toda la fama del mundo, juventud y una izquierda alarmante, Pacquiao y Roach fueron juntos destruyendo cualquier cosa que se les pusiera enfrente. Llegó Ricky Hatton y lo noqueó en dos rounds, a Miguel Cotto lo detuvo en 12 y le quitó la faja Welter de la Organización Mundial de Boxeo, contra Antonio Margarito conquistó el cinto Superwelter del CMB y después se encargó de Shane Mosley y de vencer de nuevo a Juan Manuel Márquez hasta llegar a ser el número uno libra por libra en el orbe.

Pacquiao era un Dios para Filipinas y lo menos que tenía de parte del mundo entero era respeto y cariño. Para entonces aquel niño hambriento de la provincia de Bukindon había llegado ya a ocupar un lugar en la Asamblea Legislativa de su país.Entre las dudas sobre si su enfoque estaba en el deporte o en la política, finalmente tuvo un 2012 para el olvido. Primero recibió una controversial decisión en contra ante Tim Bradley y después fue noqueado de manera brutal por su némesis, Juan Manuel Márquez. Sin embargo, como el ave fénix, Pacquiao salió de las cenizas y levantó una vez más el vuelo para terminar los negocios que había dejado pendientes en el boxeo, y enfrentar a Floyd Mayweather era uno de ellos.

Con tres victorias en fila, finalmente Pacquiao obtuvo lo que quería y 100 millones de dólares por ello. Este 2 de mayo terminará por enfrentarse a Floyd Mayweather, un hombre que lo acusó hace tiempo de dopaje y de ser un mal peleador. Manny sabe que a la pelea no llegará como favorito entre los expertos, pero sí lo hará como el favorito de la fanaticada que ha visto en él a un ser humano que se preocupa por los demás dentro y fuera del ring, a un hombre que contagia su sonrisa y que podría ser recordado después de este combate, como el primer y único hombre que pudo vencer al invencible.