AEBOX/ Nacho Gutiérrez/- Mientras millones de curiosos decían no ver el combate del dinero, los aficionados al boxeo que acudieron a Carson, California, pudieron ver y apreciar una buenísima actuación de Miguel Angel Cotto en su búsqueda de su sexto cinturón mundial.En esta ocasión el boricua perseguía el entorchado mundial superwelter de la OMB ante el japonés Yoshiro kamegai, un valiente que a veces solo tuvo su corazón y voluntad como principales armas.
La contienda comenzó con el japonés hacia delante mientras Cotto parecía sentirse cómodo con las cuerdas detrás e incitando al nipón. Cuando kamegai arrancaba es entonces cuando el de Puerto Rico lanzaba todo su arsenal de ganchos al cuerpo, uppers y uno-dos a la vez que se desplazaba lateralmente o cambiaba con un giro la dinámica de ataque.
El japonés parecía estimularse, sobre todo a partir del segundo y tercer asalto, pero su ataque era muy frontal y Cotto empezaba a sentirse muy a gusto deslizándose hacia atrás. Kamegai tenía golpes aislados y deseos de batalla, pero a veces sólo eso.
Conforme avanzaba el combate, una visión práctica del mismo pudiera hacernos parecer que el nipón era el único que iba hacia delante. Pero lejos de esta síntesis facilona, hay que decir que Cotto lucía cada vez mejor y con un repertorio amplio ante un Kamegai que presionaba, que estaba a medio metro pero que no lanzaba series y no ponía en peligro a su rival.
En honor al nipón hay que resaltar que Cotto lucío un pequeño corte en la frente y que sangró en la segunda parte, detalle escabroso del que se deduce que Kamagai también era muy duro.
En el noveno, el médico visito la esquina del japonés pero dio su aprobación para continuar. La ventaja de Cotto de los asaltos centrales se alargó en los tres últimos asaltos para terminar venciendo por un amplio 120-108, 118-110 y 119-109
Ahora queda en el aire saber si el genial boricua, con un registro de 41 victorias y 5 derrotas, se retira o no a finales de año.