AEBOX REDACCIÓN/ — En los días previos a los grandes combates los medios estadounidenses saben calentar como pocos el ambiente para los aficionados deseosos de estos duelos. Pero a pesar de cualquier intento añadir un poco de sal y pimienta, a Rigondeaux parece importarle muy poco cualquier misil lanzado desde el lado de Lomachenko con el fin de desestabilizarle, desde el punto de vista mediático. Se le ve seguro , le da igual haber subido de peso y así lo ha expresado, en esta oacsión al medio RingTV:
«Será una obra maestra. La gente debería saber que así será. No estoy preocupado en lo absoluto», declaró Rigondeaux a través de una rueda de prensa vía telefónica el pasado miércoles, a través de su manager, Alex Boronte.
«El que se tiene que preocupar es Lomachenko. Yo estoy bien y haré lo que sea necesario cuando esté en el cuadrilátero. No me preocupa mucho lo que la gente piense. Tengo mi propio poder cada vez que subo al ring».
El discurso del cubano no terminó aquí e hizo alusión a la ventaja del tamaño e insiste después de todo lo que se habló sobre la ventaja en tamaño. Sin olvidarse «Rigo» que una y otra vez intentó que pelearan cuando estaba en las 126 libras, pero el ucraniano solo aceptaría el combate, a juicio del cubano, cuando viera que tuviera alguna ventaja sobre él.
La duda es comprobar si la velocidad y el punch del cubano no han se han visto mermadas.
