AEBOX/Gonzalo Campos/ — La pasada semana dio comienzo la nueva temporada de las World Series of Boxing, con sus primeros enfrentamientos. Con un total de doce franquicias se inicia esta séptima temporada en la volvemos a tener representación española con la participación de Samuel Carmona que competirá con la franquicia francesa, los Fighting Roosters, tomando el testigo del andaluz Kelvin De La Nieve que participara la pasada temporada.
Tras el diploma conseguido en las Olimpiadas de Río, Samuel Carmona da el salto a la competición profesional de AIBA, donde a buen seguro obtendrá la experiencia necesaria para afrontar un ciclo olímpico en el que debe explotar definitivamente el potencial de este boxeador que se presenta como nuestra gran esperanza de cara a todos los torneos internacionales del calendario.
El equipo de Samuel, Los Fighting Roosters se enfrentan en el grupo euroasiático a Italia Thunder, al equipo británico de los Lionhearts y los Atlas Lions de Marruecos, contra los que se producirá el debut de Samuel en la categoría de minimosca (-49 kgs) el Viernes en la ciudad marroquí de Fez, donde el canario ha viajado junto al seleccionador nacional Rafael Lozano.
Dadas las circunstancias de esta competición y el gen netamente profesional con el que está concebida y financiada, yo me hago diferentes preguntas: ¿Que hace el seleccionador nacional Rafael Lozano, dejando casi una semana al equipo nacional en plena pre-temporada, para viajar con Samuel Carmona a una competición profesional y por lo tanto privada, ajena a la federación española? ¿Quien ha autorizado al seleccionador a realizar este viaje que sin duda va en contra de los intereses de la preparación del equipo nacional? ¿Es legal que el seleccionador cobre de la franquicia francesa los mas de 500€, que percibe el entrenador que acompaña al deportista?
Teniendo en cuenta el carácter profesional de la cita y dado que de estos viajes se obtienen ingresos económicos, creo que quien debía acompañar al boxeador a modo de premio y de justicia por la formación del deportista debía ser el entrenador que formó al boxeador, en este caso a Samuel, su entrenador Jeray El Pera, y no un seleccionador nacional que cobra por entrenar a un equipo al que no entrena mientras se saca un dinero extra por acompañar a un boxeador profesional fuera de nuestro país.
Estaría bien que la Federación española diera alguna explicación sobre este tema y que la Federación Canaria defendiera los intereses de sus entrenadores que con tanto esfuerzo y dedicación forman deportistas para que a la postre las cuatro perras que generen siempre se las lleven los mismos. Ahora van a llegar las becas ADO, y volveremos a hablar de este tema porque una vez mas defenderemos a los entrenadores de todo el país a los que el mensaje que se les está mandando por parte de la federación española, es, que si le dedican años a la formación de un boxeador y se lo lleva el equipo nacional, el rendimiento económico del deportista solo lo recibirá el seleccionador y no el entrenador que formó al deportista, por lo que a la larga ningún entrenador querrá que sus boxeadores vayan a la selección. Es necesario premiar a los entrenadores que forman a los deportistas que hoy están en el equipo y no aprovecharse de su esfuerzo para que otros saquen tajada. Los entrenadores españoles son el germen de todos los boxeadores que han defendido la camiseta de nuestro país y lejos de valorarlo se les está penalizando.
