AEBOX/Jose Luis Abad/ — Esta madrugada se dará una de esas citas mundiales únicas que solo se pueden ver muy pocas veces. En el Pinnacle Bank Arena de Linoln, Nebraska, se va a dar la unificación total de los cetros del peso superligero, donde cada contendiente va a aportar dos cinturones cada uno: el estadounidense Terence Crawford, es actualmente el poseedor de los cinturones de la WBC y de la WBO, y el namibio Julius Indongo, sostiene los de la WBA y la IBF. Todo a punto en la fría (ahora no) Nebraska para que de esta memorable batalla salga uno de los púgiles con los cuatro cinturones y se erija como dominador absoluto en la división del superligero. El combate les viene a los dos boxeadores en plenitud de sus carreras y en su mejor momento de forma, por lo que sin lugar a dudas vamos a presenciar un auténtico combatazo.
Terence “Bud” Crawford (31 – 0 – 0, 21 KO), a sus 29 años, este Americano está considerado por muchos como el mejor libra por libra en la actualidad, y lleva reinando en esta división desde que venciera, allá por el año 2014, al tremendísimo púgil escocés Ricky Burns. Pero por lo que se le conoció definitivamente, fue por haberle destrozado el invicto a un boxeador que llevaba una progresión escalofriante y que quedó frenado por el boxeo directo de Crawford, aunque hay que apuntar que muy mala idea esa de subir del superpluma al superligero para enfrentarte a un fuera de serie como Crawford, y destrozar una carrera apasionante. Estamos ante un boxeador impresionante al que le gusta imponer su distancia de inicio, una larga distancia donde manda con su envergadura y la posesión del centro del ring para ir minando a sus adversarios con su terrible uno-dos y un dominio perfecto tanto del uppercut como del crochet de izquierda, rematando con una derecha que explosiona en la anatomía del rival. Quizás por eso le llaman también “Hunter”, porque es un boxeador que no se desespera y aguarda el momento preciso para asestar los ataques que finalmente destrozan a sus rivales. Ahí están sus guarismos, desde que es campeón, de sus últimas nueve peleas seis han acabado antes del límite, y las otras tres llegaron al final con boxeadores de la talla de Ricky Burns, Raymundo Beltran y Viktor Postol, El de Omaha es un boxeador de muchísimo poder en sus puños y su boxeo es muy dañino para sus rivales, muy contundente. Además, Crawford no se maneja nada mal en la corta distancia cuando lo ha necesitado, aunque bien es verdad que cuando se desempeña en esa distancia, sus rivales están ya muy mermados físicamente. Su faceta contragolpeadora es muy buena, su contra de derecha es letal, y es muy hábil a la hora de dejar a sus rivales totalmente fuera de la distancia. Estamos ante uno de los mejores superligeros de todos los tiempos, y lo que es muy importante, un púgil sólido e imbatido y con unas características físicas inmejorables para esta división.
Julius “Blue Machine” Indongo (22 – 0 – 0, 11 KO), pasito a pasito, este guerrero africano se ha ganado a pulso la disputa de este fenomenal evento después de dos exhibiciones a domicilio con nada más y nada menos que Ricky Burns y Eduard Troyanovsky, saldando ambos combates con contundentes y serias victorias. Con Burns tuvo que consumir todos los asaltos, pero con el durísimo pegador ruso se consagró como un oponente peligrosísimo con es hook de izquierda que desconectó al soviético de este mundo durante unos instantes. Aquí tenemos a un boxeador muy alto con una envergadura algo superior a la del americano y con unas características físicas muy parecidas por lo que Crawford se va a enfrentar a alguien que va a tener su misma estrategia de combate. El namibio aprovecha su siempre mayor envergadura para mantener a sus rivales a distancia y obsequiarlos con su uno-dos, o bien con su mano adelantada en forma de hook para rematar con su izquierda recta. El africano aplica directos con ambas manos muy duros y su castigo al cuerpo es demoledor con goles de trayectoria muy amplia que combina con una movilidad impresionante. Su condición de zurdo pienso que es una dificultad más para sus oponentes, además de que como objetivo es un blanco difícil precisamente por esa movilidad que hemos comentado. Su guardia es poco ortodoxa, con las manos abajo en muchísimas ocasiones sabedor de que por su envergadura y su poder en la mano adelantada, sus adversarios no suelen querer buscarlo de manera insistente. Es un hombre que recibe pocos golpes en sus peleas, y los que recibe los sabe rodar muy bien (lo vimos ante Burns). El namibio no va a cruzar el charco por primera vez para perder sus cinturones, y estoy convencido de que va a presentar una durísima batalla.
Señoras y señores, a pesar de la poquísima expectación despertada por este combate debido en gran medida, a los dos eventos que tenemos en el próximo mes, estamos ante uno de los combates del año sin ningún lugar a dudas. Dos boxeadores con estilos y estrategias muy parecidas, con físicos muy parecidos y casi con el mismo alcance en su golpeo. Dos hombres con un boxeo en línea fuera de serie y a los que les gusta tener siempre el centro del ring, por lo que la batalla está más que servida. La condición de zurdo de Indongo puede beneficiarlo, pero el empaque más serio de Crawford y lo desconfiado que es (no baja las manos hasta que no ha acabado el combate) pueden hacer mella en el boxeo del namibio. Por otro lado, Crawford debe vigilar esa mano adelantada de Indongo que estará esperándolo para luego doblar con su temible izquierda recta. Va a ser un combate largo, de eso estoy seguro, ya que son dos boxeadores de trabajar muy meticulosamente sus victorias y ambos muy precavidos. No creo que a ninguno de ellos le interese la pelea en la corta distancia en los inicios del combate, eso solo se dará si alguno de los dos boxeadores queda dañado por el trabajo del otro, o se canse porque se le gaste la gasolina. Una pelea muy bonita para los que nos gusta ver boxeo de pura estrategia combinado con manos potentes.
¿Podrán la frialdad, el terrible boxeo en línea y el trabajo de demolición de estadounidense, frente a la movilidad, el gran recto de izquierda y la precisa mano adelantada del namibio? ¿Vencerá el cazador de Omaha a la máquina azul africana?
El cazador de Omaha pelea ante su público, y está claro que eso va a ser una motivación extra, pero el namibio no está dispuesto a ceder sus coronas sin hacer que Crawford las trabaje. Está claro que el favorito es Crawford por el curriculum tan impresionante que tiene, pero la progresión de Indongo en este último año hay que tenerla muy en cuenta porque combina buena esgrima, con poder en sus puños.
Se trata de una unificación de cuatro cinturones, démosle a esta pelea y a estos boxeadores el sitio que se merece.
