AEBOX/Gonzalo Campos/ — No hay reinados eternos y ayer el ucraniano Wladimir Klitschko cedió cetro y coronas al nuevo monarca universal de la máxima categoría. Un eficiente y bien preparado Tyson Fury, que siendo el tuerto en el país de los ciegos, venció contra todo pronostico a los puntos a un Klitschko sin ideas y bajo de forma, ante 5000 de sus incondicionales anoche en Düsseldorf.
La pelea se había calentado hasta el punto de rodar ambos por el suelo vestidos de personaje de cómic, en una esperpentica rueda de prensa donde hicieron todo tipo de declaraciones para vender la pelea al mundo y hacer rentable el montaje a la americana que los alemanes han hecho de sus eventos internacionales.
Michael Buffer, como indica el protocolo, presentó primero a Fury, para a continuación presentar a Wladimir Klitschko, con un simple: «El Campeón del Mundo», en una elegante presentación de las que Michael nos tiene acostumbrados.
Con ambos boxeadores en el centro del ring escuchando las indicaciones del arbitro, se podía percibir ya la diferencia de altura entre un serio y concentrado campeón y un sobreexcitado aspirante que no paraba de decir cosas a Klitschko.
La pelea comenzó un con Klitschko muy miedoso tratando de adivinar el retorno de la ola de Fury, que tremendamente excitado y móvil no paraba de girar en torno al campeón intentando meter un directo de izquierda que a la postre le daría el asalto, así como el segundo y el tercero en la misma linea, mucho Clinch y la izquierda de Fury impidiendo la entrada de un Klitschko sin ideas.
El cuarto se lo apunta el campeón mas por intención que por efectividad, ante un inoperante aspirante que hace de éste un asalto de asueto en una pelea hasta el momento con muy pocos golpes y totalmente exenta de combinaciones.
Quinto, sexto y séptimo, vuelve a perderlos Wladimir Klitschko, que se ve sorprendido por un Fury mas intenso, martilleando su izquierda contra el rostro del campeón y dejando huellas considerables en la cara del ucraniano cada vez mas desorientado y sin saber que hacer para cambiar el signo de la pelea.
Octavo y noveno, son asaltos donde el campeón sabe que esta perdiendo, y se va en busca del aspirante con mas necesidad que convencimiento y mas miedo que vergüenza. Wladimir empieza a sacar esa derecha que tantos títulos mundiales le ha dado y comienza a inquietar a un Tyson Fury, que continúa en permanente movimiento aunque temeroso de esas derechas del ucraniano.
El décimo, es el asalto de la confirmación del desastre, pues Fury salió decidido a apuntárselo y confirmó sobre el ring, que si el presionaba, Klitschko no tenia nada que hacer.
El undécimo y penúltimo asalto, fue quizá el asalto mas espectacular de la pelea, con ambos boxeadores lanzándose golpes a la desesperada y un notable y efectivo gancho de Fury, que colándose entre la guardia de Klitschko y haciendolo explotar en su barbilla, puso al campeón en serios problemas y por momentos estuvo presente la sombra de un K.O. que no se produjo por una magistral intervención del arbitro, que detuvo la pelea con Wladimir Klitschko muy mermado, para quitar un punto a Fury por golpear en la nuca. Tras el incidente el campeón pasa el asalto con dificultades y con un valioso empate gracias a la amonestación del aspirante.
El ultimo asalto, fue un asalto donde ambos buscaron meter sus manos ganadoras, pero con muchas reservas. Un asalto feo que confirma el momento que atraviesa el peso pesado mundial, con dos boxeadores muy por debajo de lo que merece la élite de la categoría.
Dos jueces dieron, 115-112, y uno, 116-111, todos a favor de Fury. A nosotros nos salia, 116 112. Victoria clara para el británico Tyson Fury, que venció merecidamente a la versión mas burguesa vista de Wladimir Klitschko y a muchos años de historia, tal vez los mas grises, ciñéndose las tres coronas, WBA, WBO, IBF, y dando paso a una nueva era de los pesados.
Analizando la pelea, lo primero que me llama la atención con estupor, es ver como Wladimir Klitschko, se ha dejado arrebatar su reino y reinado sin ni siquiera defenderlo con su vida. Ha permitido que su publico vea salir los cinturones en manos de su rival, sin tan siquiera haber caído por fuego enemigo intentando defender su soberanía tratando de meter una ultima mano ganadora.
Sin duda Fury, fue mejor en todo. Su constante movimiento, su permanente amenaza corporal, la maravillosa izquierda que ha sacado unas cuatro veces en toda la pelea, la derecha que ha cegado y a abierto el pómulo de Wladimir Klitschko, han hecho que Fury salga del Esprit-Arena como el nuevo Rey del boxeo mundial, pero denota bajo nivel boxistico y la falta de boxeadores norteamericanos presentes y participes de las grandes peleas.
No quiero imaginar que estarían pensando Alí y Foreman, anoche sentados en su sofá mientras veían la pelea.
