Izquierdazo/ — Floyd Mayweather declaró el fin de semana en el LA Times que por el «precio correcto» estaba dispuesto a volver al ring.
Hace aproximadamente un mes el excampeón de cinco divisiones apareció en una función de Showtime y mencionó que su regreso al ring estaría condicionado por una buena bosla de «nueve cifras».
Hasta hoy todo ha quedado ahí, en amagues, fintas, pero Mayweather, aunque sigue robando espacio en medios internacionales, no ha tirado ningún golpe y se dedica a disfrutar su jubilación del boxeo.
«Ahora mismo estoy contento en el retiro. Muchos peleadores tienen que boxear [para ganarse la vida]. Yo no tengo que boxear. No tengo la urgencia de ir al gimnasio. Mi urgencia es sobre regresarle algo al deporte, ayudar a los peleadores jóvenes», indicó el púgil de Gran Rapids, Michigan, que reside en Las Vegas.
Mayweather tiene 39 años y goza de una salud envidiable para un peleador que tuvo una carrera profesional de prácticamente dos décadas (1996-2015). Y aún en el retiro insiste en que proteger su integridad física siempre fue una de sus prioridades.
«La gente tiene que darse cuenta, cuando ven a mi tío Roger [con su salud deteriorada] e incluso a Muhammad Ali, el boxeo es así, de úsese y tírese. Estoy agradecido de haber sido un peleador defensivo. Conservo mis facultades y una mente clara.»
