Crónica de las reflexiones de un apasionado

AEBOX/Jose Luis Abad/Foto:Javier Alonso Sanz/ — En un abrir y cerrar de ojos la vida te cambia sin que apenas uno se dé cuenta. Estás en una etapa de tu vida, llena de éxito, y de pronto te encuentras que ya estás en otra etapa que acaba de comenzar y de la que tienes cierta incertidumbre. Y aquí tienes dos cosas que hacer: o bien te coges una depresión por la impotencia de no poder seguir tu anterior camino, o bien tomas con fuerza el camino que la vida te ofrece y empiezas desde cero aunque mires atrás con nostalgia y melancolía. Las dos salidas son honrosas, pero sin duda, la segunda
salida, es la más valiente.

Por esto que acabo de expresar señoras y señores, Don Antonio Benítez Reinoso, “Chato” Benítez, fue digno del homenaje que se le hizo el pasado 15 de abril en San Pedro de Alcántara además de por su extensísima carrera boxística dentro del campo amateur y profesional. Estamos no sólo ante un magnífico deportista que ha llevado el nombre de Marbella y de Andalucía por toda España con orgullo, sino ante una persona muy querida y muy apreciada, que siempre ha tenido un momento para todo aquel que se lo ha pedido. Gracias a boxeadores como Chato, la gente mirará al boxeo de otra forma, por todo lo que este hombre significa para este deporte.

Personalmente, conocí a Chato el pasado día 15, donde pude charlar con él y darle un abrazo, pero lo conozco bien desde hace casi 10 años cuando un jovencísimo Antonio Benítez me encandiló en un combate amateur por la visión que este hombre tenía ya del boxeo, y ya de ahí, no he dejado ni dejaré de seguirlo. “Para mi Chato es un grande”, esto lo dijo Andoni Gago, “Estoy aquí por y para el Chato”, esto lo dijo Kerman Lejarraga, y estas son solo dos muestras de la cantidad de cariño profesado por todos los boxeadores para Chato. Con estas dos frases de dos magníficos boxeadores y mejores personas se puede resumir el poder de convocatoria del marbellí.

Recuerdo que llegué al pabellón muy nervioso, porque para mí era un día muy especial por muchas cosas, ya que también iba a conocer de primera mano a muchos de mis compañeros de aebox por los que siento ya un gran cariño y aprecio. Soy un tío sensible, me afectan las emociones aunque pueda sobrellevarlas, y para colmo, ¿A quién me encuentro el primero en la puerta del pabellón? A Don Antonio Benítez Bohórquez, el padre de la criatura, con quién estuve en estrecho contacto en su día. No hizo falta nada más que mirarnos y fundirnos en un largo abrazo. Comprendo ahora el porqué de la fortaleza, la humildad y la generosidad de Chato, los genes son los genes, de tal palo tal astilla.

Entra uno en el pabellón y ya se respira un ambiente inmejorable, todo el que está allí está feliz y disfrutando, la organización pendiente de que nada falle, los promotores del evento y propietarios de MGZ, Txutxi del Valle e Íñigo Herbosa, remangados como cualquier currante para que nada se escapase dando una lección de humildad y de dedicación increíbles. Buena gente. Mis compañeros de aebox, que son todos unos fenómenos, preocupados por la presentación de la velada, el audio y la imagen de los combates porque el evento lo merecía. Y los boxeadores, todos, entregados, menudos combates nos regalaron a los aficionados y a Chato, que disfrutaba con esa media sonrisa tímida que en él es un signo de identidad.

A mí, hubo una imagen que se me quedó muy grabada, y es al hijo pequeño de Estefanía y Chato gateando por el ring con la misma soltura que tenía su padre cuando se subía a un cuadrilátero y la misma mueca.El pequeño Chato Jr iba de lado a lado del ring sabiendo perfectamente dónde estaba siendo tan pequeño, midiendo perfectamente la distancia; otra vez los genes dando de sí. Y digo yo, ¿Será esto premonitorio? ¿Les estará dando a sus padres un aviso de lo que se les avecina? Porque el chiquitín estaba muy a gusto encima del ring. Eso el tiempo lo dirá…

Mi reflexión en esto es que este tipo de celebraciones, hacia este tipo de boxeadores, va cambiando poco a poco la idea que tiene la gente del boxeo. El boxeo es un deporte maravilloso, con unos valores increíbles hoy en día en este país, que hace crecer a los chavales jóvenes como deportistas sanos y que tienen una meta sabiendo que sus carreras no son eternas. Este es el boxeador de hoy en día, un hombre preparado, serio, humilde, trabajador, generoso, con valores, tan amante de su familia y amigos fuera del ring como fiero y aguerrido cuando suena la campana. Se está labrando un futuro, y gente como MGZ es un ejemplo a seguir, pues como lo es también y por qué no decirlo, el grupo para el que escribo, aebox, como lo define mi presidente Gonzalo Campos, “un grupo de locos apasionados que amamos el boxeo”. El boxeo es pasión, y los buenos aficionados sentimos los combates en el pecho, y reímos y lloramos con nuestros boxeadores. Es así como tiene que ser.

Yo me considero un poco visionario, y la verdad, la idea de una escuela en la que Chato Benítez imparta sus vivencias y su sabiduría es algo muy necesario, no solo para el boxeo, sino para la gente a la que le gusta el deporte en general. Estoy seguro de que se va a poner toda la carne en el asador para que se haga realidad, “ESCUELA DE BOXEO CHATO BENÍTEZ”,
si es que hasta el nombre tiene magia, caché y carisma. Chato ha acabado una etapa que ha superado las expectativas que el mismo se había marcado. Ahora tiene que abrazar esta nueva etapa
maravillosa que se le pone por delante, no exenta de lucha, de reveses y de sinsabores seguro, pero si alguien en este mundo es capaz de hacer frente cualquier reto, ése, es el Chato Benítez señoras y señores.

QUERIDO CHATO, SÓLO TE DIRÉ UNA COSA EN MI NOMBRE Y EN EL DE AEBOX: GRACIAS POR TODO LO QUE NOS HAS HECHO DISFRUTAR, Y GRACIAS PORQUE SABEMOS QUE VAS A SEGUIR HACIÉNDOLO EN TU NUEVA ETAPA. TE MERECES TODO LO BUENO QUE TE PASE.

¡¡MUCHA SUERTE AMIGO!!

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