La Federación española vuelve a fallar en los campeonatos de España

Manuel Sánchez, presidente de la Federación de Boxeo de les Illes Balears

Una vez más, Felipe Martínez ha intentado ocultar su nefasta gestión usando los canales de comunicación de la Federación Española de Boxeo, que se han convertido en una máquina propagandística del propio presidente. Martínez y su equipo han mostrado en Murcia una escasa capacidad de organización, derivándose múltiples problemas por su falta de planificación.

Los primeros Campeonatos de España organizados por el presidente alicantino estuvieron envueltos de polémica e irregularidades desde el minuto cero, pues la Federación Española de Boxeo impuso el pago de una inscripción de 40€ por participante, contraviniendo lo aprobado en la Asamblea General que tuvo lugar seis días antes, utilizando los 30.000€ recibidos por parte del Consejo Superior de Deportes para este menester para otras cosas, presumiblemente para parchear la deuda de la FEB. La baja participación, principalmente por los elevados costes de participación, obligó a Felipe Martínez a ampliar el plazo, lo que no le ahuyentó de mentir una vez más, asegurando en una entrevista radiofónica que el número de participantes de 2017 era todo un récord histórico. Fíjense si han sido tan multitudinarios estos campeonatos, «124 deportistas entre chicos y chicas» que con tan solo acudir a ellos, todas las chicas tenían medalla, y vasta también compararlos con los campeonatos del pasado año en A Coruña, donde los deportistas inscritos fueron 297, para determinar el grado de respeto que Felipe siente por nuestro colectivo faltando a la verdad a sabiendas una y otra vez.

Como suele ocurrir en estas situaciones, los grandes perjudicados fueron los deportistas, intentando la organización modificar el calendario del torneo femenino el martes por la noche, adelantando la jornada del jueves cuando las boxeadoras ya habían cenado. Las razonables protestas de los entrenadores afectados forzaron a la FEB a cambiar de opinión, tras una tensa noche. A pesar de vanagloriarse algunos miembros de la Junta Directiva de la FEB de que los Campeonatos de España estaban teniendo el mismo desarrollo que unos Juegos Olímpicos, para alcanzar dicho nivel deberían cuidar algunos detalles tan importantes como la presencia de más de un médico, para evitar que cada vez que el galeno tuviese que atender a un boxeador tuviese que detenerse la competición, así como por el retraso de la ambulancia. Igualmente, no había un gong al lado del speaker y el cronometrador, como dicta el reglamento AIBA. Varios boxeadores salieron a escena con guantes de onzas diferentes a las que les correspondía, teniendo que ser enviados a cambiarlos por los correspondientes.

Al margen de lo acontecido sobre el ring, es inadmisible que la FEB proporcione un trato vejatorio a cualquier Comunidad Autónoma, siendo la Comunidad Valenciana la perjudicada en esta ocasión, al arrancarse la competición sin la bandera oficial presente junto al resto. El actual equipo de empleados, que presume hasta la saciedad de su transparencia publicando noticias en la página de la FEB, no colgó un listado de los representantes por cada equipo, produciéndose escenas tan dantescas como la del seleccionador valenciano en la esquina del País Vasco.

Mientras la FEB, especialmente el CBP, se dedica a dar lecciones a los promotores y las territoriales, quienes realmente potencian la actividad en nuestro país, la única competición que es competencia de la FEB mostró una imagen para el olvido al mundo del deporte olímpico español. Felipe Martínez dijo que los Campeonatos de España tenían que ser en un recinto acorde a la competición, para lo que podía haber solicitado la Nueva Condomina, presentando un vacío total el Pabellón Príncipe Felipe, recordando a un partido de fútbol jugado a puerta cerrada. Los escasos presentes eran la familia del seleccionador Rafael Lozano, que hasta con su esposa ya empleada como administrativa, parece haber convertido la Federación Española de Boxeo en su cortijo, así como el botarate de Pedro Retuerto, que ha logrado que Castilla y León gane el trofeo por equipos a base de talonario, firmando contratos a boxeadores y entrenadores de otras comunidades para que representen a su equipo, negando esa oportunidad a los boxeadores de su comunidad año tras año.

Para finalizar, lo haré con la nota cómica de los Campeonatos, no, no me referiré a Tip y Coll, sino a los comentaristas contratados de la FEB, que se dedicaron a derrochar saliva contando las bondades de la directiva de la FEB, realizando entrevistas mientras estaban celebrándose combates, restando importancia a los deportistas. Gonzalo Rodríguez, miembro del Comité de Boxeo Profesional, obsequió a los espectadores con la siguiente perla, refiriéndose a Carlos Utrilla, empleado de la FEB (desconocemos en qué régimen laboral): «Esto es muy cubano, dice el degenerado este (refiriéndose a Carlos Utrilla), que una vez viajó a Cuba con cinco pastillas de jabón, pensando que iba a conseguir algo». El nivel expuesto en la frase anterior es el de los actuales dirigentes de la FEB, que han aprovechado los Campeonatos de España para cerrar filas y divertirse con sus amigos, olvidándose de los deportistas.