«Látigo» Pérez Vs Iounut Baluta: Crónica de un resultado injusto

AEBOX/Jose Luis Abad/ — Bonito espectáculo el que se vivió ayer en Rentería con los dos combates profesionales. Los cuatro deportistas pusieron todo de su parte para hacer que los aficionados disfrutasen de nuestro amado deporte. Una velada donde hubo de todo: victorias, derrotas y por supuesto polémica. Los cuatro nombres de las peleas profesionales son boxeadores que, además de estar muy alto en sus carreras, dan espectáculo y son muy queridos por sus aficiones, por lo que la cita ayer era como para no perdérsela.

Muy buena entrada de público en un frontón de Beraun que echaba humo. Y sin más dilación, vamos a analizar cada uno de los combates profesionales que se dieron cita.

ANDONI “EL MACHITO” GAGO (18 – 3 – 2, 6 KO) vs HÉCTOR BREA (5 – 1 – 0). PESO PLUMA 6×3.
Magnífico combate el ofrecido por ambos púgiles, muy entretenido y de mucho ritmo. Brea plantó cara a un Gago que ya sabemos cómo plantea sus peleas: ritmo, ritmo y ritmo, acoso, acoso y acoso, es impresionante la movilidad y el saber estar encima de un ring del de Otxarkoaga animado por una multitud de gargantas muchas de ellas desplazadas desde su barrio para estar con su Machito.

Héctor está prácticamente empezando en esto del profesionalismo a pesar de contar ya con treinta y tres años, y yo personalmente ayer le vi muy buenas maneras al de Avilés, que en ciertos momentos sacaba manos rectas de mucha calidad contrarrestando el empuje y la presión de un Andoni Gago que salió muy a por el combate desde el sonido de la campana. Brea aprovechó por momentos su ventaja en estatura sobre Andoni, pero no tuvo continuidad suficiente como para mandar en alguno de los lances del combate.

Gago no nos sorprendió con su estrategia. El Machito impone un ritmo de combate infernal que físicamente rompe a sus rivales, pero lo peor no es eso, es que ese ritmo no deja pensar a sus oponentes que no encuentran respuesta a su propuesta de pelea. Su inteligencia y su entrega tejen una tela de araña mortal, y Brea cayó ayer en ella. No obstante, no vi a Andoni demasiado fino anoche, como aficionado y muy fan suyo esperaba algo más de él y no pasó por encima de Brea como yo pensaba que pasaría, no fue el Gago de otras ocasiones.

Yo le doy mucho crédito a Héctor Brea, hizo un grandísimo combate ante un púgil que está muy consagrado dentro de nuestro boxeo y que ha librado grandes batallas fuera de nuestras fronteras (acordémonos de Bucarest, Londres… qué maravilla cada vez que me acuerdo). Es por esto que el avilesino no debe venirse abajo, al contrario, ha perdido ante un rival enorme y seguro que va a sacar petróleo de esta derrota. Esperamos a Brea en su próximo compromiso con impaciencia para seguir su progresión.
Del otro lado, Andoni tiene un complicadísimo pleito el próximo quince de diciembre con Víctor “El Vikingo” Terrazas, que viene para Bilbao con una sonrisa en la cara y dos hachas en las manos, pero la testosterona de Andoni no la vamos a descubrir ahora, y estará deseando que llegue la pelea. La esencia de Andoni es única, muy pocos boxeadores están al alcance de transmitir la autenticidad de deportista y persona del de Otxarkoaga.

SEBASTIÁN “LÁTIGO” PÉREZ (9 – 0 – 0, 2 KO) vs IONUT “IL CAPO” BALUTA (8 – 2 – 0, 2 KO). PESO SUPERGALLO 8×3.
En este combate voy a ser muy directo y duro al igual que respetuoso con todos. Vaya por delante el respeto, como he dicho, y el cariño que este medio le tiene a Látigo y su equipo, pero un servidor que escribe ayer vio ganador claro a un Ionut Baluta que se apuntó claramente los ocho asaltos del combate, y no me parece justo ni honesto callarme ante lo que considero una terrible injusticia. Y no lo suelto así por así, me explico.

Para el escribe, fue el Capo el que puso toda la carne en el asador y el que fue a por el combate. Baluta trabajó más que Látigo, e impuso la pelea que quiso durante los ocho asaltos: cuando quería se movía alrededor de Látigo y cuando no se plantaba en el centro del ring. Sacó muchísimas manos arriba, abajo, por dentro, dando pasos atrás y contraatacando con mucha velocidad que superaba a Látigo claramente. A mí hay dos cosas del rumano afincado en Madrid que no me gustan: la primera es que tiene la manía de pelear con la boca abierta y ante cualquier incidencia o golpe, le salta el protector y eso desluce mucho la pelea y trabaja en su contra para los jueces (bueno, en este caso el juez). La segunda es que baja las manos demasiado, dando mucho más recorrido a sus golpes.

Cuando Baluta sube las manos su boxeo es muchísimo más peligroso porque su velocidad es mucha, lo que combinado al recorrido menor de sus golpes hace que te lance relámpagos. Aun así ayer superó claramente a un Látigo que tiene un empaque y unas maneras fantásticas, una guardia muy bien armada y un volado de derecha peligrosísimo, pero aunque los golpes que conectó los conectó bien, no sacó los números del rumano ni tuvo la solvencia de éste en cuanto al manejo y al control del combate. Me encanta Látigo, creo que tiene unas condiciones y una proyección brutales, pero ayer no fue justo vencedor a mis ojos, no se expuso demasiado y no tuvo el ritmo de Baluta.

Desde aquí les mando un abrazo a los dos y mucho ánimo para lo que viene, son dos chicos muy jóvenes que están aprendiendo y hacen un boxeo muy bonito y atractivo para el espectador. Si en algo pueden molestar mis comentarios a alguno de los dos boxeadores o a sus equipos, desde aquí les digo que no es mi intención, es simplemente un punto de vista más de aficionado.

Ayer, para mí, el mejor juez que tenemos en este país, Manu Maritxalar, se equivocó en el veredicto, pero pido máximo respeto por su decisión, ya que tener que valorar una pelea como esta con un solo juez no debe ser plato de gusto en absoluto. Por algo las decisiones deben ser entre tres jueces y no uno.

Este medio me da a mí, Jose Luis Abad, la capacidad para exponer MI visión de lo que vi ayer en los combates. Si hay que juzgar este artículo que no se juzgue a aebox, que se me juzgue a mí, que tengo la humildad y el equilibrio suficiente como para aceptar lo que venga y además lo entenderé. Nunca llueve a gusto de todos, esa es la vida, y por eso me encanta este deporte y hablar de él.
¡QUE SIGA EL ESPECTÁCULO!