“All boxers look alike to me”, una interesante colección de ensayos sobre el boxeo

AEBOX/Nota de prensa Editorial Circulo Rojo/ — ALL BOXERS LOOK ALIKE TO ME. EL TESTIGO SILENCIOSO “All boxers look alike to me”, una colección de ensayos que abordan un deporte milenario y que permitirá al lector conocer el carácter de una época o un momento histórico

El trabajo, firmado por Javier Muñoz de la Cuesta, “está dirigida a toda persona que, bien interesada en la historia, bien en el boxeo, quiera acercarse a dicho interés desde un punto de vista diferente y descubrir matices en ellos que, desde la forma de contar ambos de manera tradicional o común, no se encontrarían”.

Inspirado en su pasión por la filosofía, la historia y el boxeo, Javier Muñoz de la Cuesta publica “All boxers look alike to me”, una colección de ensayos que emplean el boxeo como hilo conductor o de un libro de boxeo que cuenta la historia a través del mismo. “El lector va a encontrar la historia de un deporte milenario que puede actuar como una forma de intrahistoria y que nos permite conocer el carácter de una época o momento histórico”, comenta el escritor que asegura que los apasionados de la historia encontrarán una forma de acercarse a épocas pasadas desde un punto de vista distinto. Asimismo, los forofos del boxeo, conocerán su deporte y sus protagonistas más allá del ring y cómo fueron marcados por la época que les tocó vivir.

SINOPSIS:

Reno. Nevada. Estados Unidos. 1910. Cuando Jack Johnson, Campeón del Mundo del Peso Pesado, iba camino del ring a enfrentarse con James J. Jeffries, tuvo que escuchar a la orquestilla contratada para animar el evento tocar la canción compuesta por Ernest Hogan, All coons look alike to me.

Algo así como “todos los negros —dicho de manera estereotipada y despectiva— me parecen iguales”.
Jack Johnson era negro. Ernest Hogan, también. Jim Jeffries, no, y lo sacaron de su retiro solo porque en aquella época no podían consentir tener un campeón del mundo tan brillante, simpático y bueno, pero negro, como Johnson. Y que además no fuera como pidiendo perdón por ello.

Por supuesto, Johnson ganó aquella pelea y retuvo su título. Incluso Jeffries acabó diciendo tras el combate “jamás podría haber batido a Johnson ni en mi mejor versión. No le podría haber ganado. No, no le podría haber alcanzado ni en 1000 años”.

Pero aquel 4 de julio de 1910 no tuvo lugar sólo un combate de boxeo. Dos hombres, sin quererlo, fueron termómetro de una época a través de unos guantes de cuero. El triunfo de Johnson y los motivos de Jeffries para entrar en la pelea, con su humildad al final de la misma, nos enseñan no solo una manera de pensar y de entender el mundo y la historia en un momento de la misma, sino que, fuera del ruido del público, las orquestas y todo lo demás, dos hombres frente a frente fueron un anticipo de lo que estaría por venir. Una muestra de que un boxeador es solo eso. Un boxeador. Un hombre. Un hombre en la historia.

A lo largo de este libro se verán dieciséis historias de boxeo y de sus protagonistas, que, sin quererlo, fueron una representación perfecta de su tiempo. A través del boxeo que, como todo arte, no es más que una forma de imitación de la vida, fueron testigos silenciosos que nos cuentan cómo fue su época y su historia a través de una mirada desnuda y sin filtros. A través del lenguaje directo, sin matices y sin intereses de sus puños.

Hombres que, como todo artista, fueron grandes por una gran paradoja: representaron a través de su vida y obra el mundo que les tocó vivir de manera fiel porque fueron únicos.

AUTOR:

Javier Muñoz de la Cuesta (Madrid, 1985). Licenciado en Derecho y trabajando en el sector financiero, su pasión por la filosofía, la historia y el boxeo le sirven para intentar acercarse al mundo desde una perspectiva más amplia y ver en él detalles que sólo desde una disciplina pasarían inadvertidos. Por eso All boxers look alike to me no es un libro de boxeo. Es un libro en el que el boxeo hace de hilo conductor para ver la historia y la intrahistoria a través de la vida y obra de personajes que fueron perfectos exponentes de su tiempo a través de, paradójicamente, ser únicos.

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