AEBOX/Juan Álvarez/ — Con el inicio de la nueva década continúa la presentación de candidaturas para monarca en el peso supermedio. Tras la victoria de Canelo sobre Callum Smith, el 31 de enero era el día señalado por el estadounidense Caleb Planta para presentar su candidatura de puños.
Frente a Plant, el segundo Caleb en discordia, Caleb Truax se presentaba al Shrine Center de Los Ángeles para que el estado de California y todo el mundo advirtiera que, más allá de los focos, hay supermedios a los que merece la pena seguir la pista.
Plant, con 20 victorias sin mácula, de negro y rosado. Truax, más victorias, más derrotas, más años, de granate y oro.
Indicaciones del tercer hombre bajo la mascarilla, toque de guantes y a las esquinas.
Doblan las campanas de guerra y comienzan las operaciones.
Plant comienza a dominar con el jab, marcando series de hasta cuatro y en movimiento, mientras que Truax no puede sino seguir por el ring al campeón y que luce uno de los mayores defectos de un púgil: el miedo a lanzar por temor a ser contragolpeado.
Cómo termina un asalto comienza el siguiente. Los 10-9 comienzan a caer del lado de Plant que no necesita ser imaginativo, agresivo o constante. El jab de izquierda parece ser suficiente para mantener a raya a un Truax que no presenta concurso ni acredita méritos para estar disputando una faja mundialista.
Asaltos iniciales se van a la misma velocidad que los centrales del pleito, y en todos la puntuación y sentir general son los mismos.
Plant es capaz de puntuar sin arriesgar más allá del jab, sin forzar ni impresionar. Truax parece querer recordar con algún buen golpe aislado que él una vez fue campeón. Falta de emoción y tensión que se traslada de los asaltos medios a los de campeonato, donde los púgiles ganan fama, respeto y dinero; ninguna de las tres aptitudes aparecen en estos asaltos.
Plant con la paciencia del Santo Job, pelea con la tranquilidad de quién sabe que va a ganar y no va a saber noqueado. Truax sabe que Plant no le quiere noquear y que él ya no está en condiciones de ser campeón.
Con esta parsimonia y falta de sangre que erosiona el nombre del boxeo como el aire del desierto ataca a las rocas, llegamos al último asalto.
Plant mucho menos activo en el centro del ring que en declaraciones y en redes sociales, da la impresión de que ha sudado por un compromiso táctico con el deporte más que por el esfuerzo realizado; a Truax le dicen en la esquina que tiene que noquear para ganar, como si él no lo supiera ya.
Tres minutos que acaban sin emoción. El trámite cuasi administrativo de Caleb Plant en su defensa mundialista se consuma y gana con una puntuación de 120 indiscutida para retener su faja ecuménica FIB.
Truax, bien o mal, cumplió con su papel en la insulsa teatralidad de anoche.
Plant, como monarca FIB , está en la lista de los próximos rivales de Saúl Álvarez, que busca unificar coronas del supermedio en 2021. Se puede afirmar sin miedo a equivocarse que con un desempeño similar al mostrado hoy se torna imposible aguantarle al de Guadalajara.
En lo sucesivo Plant y muchos otros deberían, tal vez, centrarse en ser capaces de ganar a Canelo en vez de vociferar en redes para conseguir la bolsa de su vida enfrentando al de México.
