AEBOX/Luis Rodriguez.

El nombre del boxeo volvió a brillar en nombre de Terence Crawford (40-0, 31 KO). El púgil de Omaha es nuevo campeón indiscutido de peso wélter tras dominar y finalizar en el noveno round a Errol Spence Jr (28-1, 22 KO) en el T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada. Una parada, la del árbitro, que debió llegar antes por parte de la esquina del boxeador de Texas, que recibió daño innecesario en una contienda claramente perdida de su lado. Crawford ya forma parte de los mejores campeones que jamás haya pisado un ring y aumenta su legado con una actuación que ha dejado su rúbrica marcada en los libros de historia del noble arte como uno de los más grandiosos despliegues por parte de un pugilista en un combate de esta magnitud.
Terence Crawford quebró el espíritu de su rival desde el primer campanazo. Salvo un primer round de estudio en el que Spence fue ligeramente superior, el combate fue un monólogo del nuevo rey libra por libra. Una actuación y preparación impecable la que ‘Bud’ desplegó en el cuadrilátero, con un perfecto boxeo sin fisura alguna y sin dar señal alguna de fatiga o desconcierto. Crawford hizo parecer un contendiente más a un chico que lleva años afincado
en el top cinco libra por libra del boxeo mundial, y regaló al aficionado más escueto del pugilismo una histórica masterclass.
En el segundo y el tercer round, Errol Spence quiso apretar el acelerador con un inicio frenético en el que comenzó la propuesta de intercambio de golpes, pero Crawford conseguía, cada vez con más facilidad, contraatacar una ofensiva la de ‘The Truth’ que Terrence hizo parecer unidimensional, con simples y débiles jabs y cruzados de izquierda. Fue en el segundo round precisamente donde ‘Bud’ hizo besar la lona a Errol Spence Jr, borrando los rostros felices del sector del texano.
El principio del fin llegó en el séptimo round, con un Errol Spence muy dañado y con claros síntomas de estar fuera de la pelea tanto física como mentalmente. La dominancia de Crawford supo decantar la balanza con un boxeo sin prisas, preciso y demoledor, que puso fin a la pelea en el noveno tras un envidiable rendimiento dentro del sagrado cuadrilátero. Con este knockout, ya son 11 seguidos los que acumula un Crawford lejos de poner freno a esta racha aniquiladora, que es hoy la segunda más larga del momento.
Una nueva página en la historia del boxeo, rubricada en el T-Mobile Arena de Las Vegas Tras ganar al púgil texano, Terence Crawford tatúa su nombre en los anales de la historia del boxeo al coronarse como el primer doble campeón masculino indiscutido desde la creación del deporte y de las organizaciones. Anteriormente, el mejor boxeador libra por libra dominó las 140 libras siendo campeón en cada una de las organizaciones. Prometió barrer las 147 y volver a ser campeón indscutid, y su promesa tomó forma esta madrugada del sábado al domingo en Nevada. A sus 35 años, Crawford cuenta con un palmarés envidiable, con galardones mundiales en los pesos ligero, superligero y wélter.
“Creo que esta noche he demostrado lo grande que soy”, sentenció en el micrófono al final de la pelea un Crawford que ha tenido a lo largo de su carrera más críticas que halagos, al que la esquina de Errol Spence Jr. subestimó durante toda la semana y quien ha grabado a fuego su nombre en los anales del deporte.
Así las cosas, el derrotado Errol Spence felicitó al ganador de la contienda, colocándolo como “el mejor hombre en el ring en el día de hoy”. Todo respeto en ambas esquinas tras la conclusión de la batalla, que podría tener una segunda parte más pronto que tarde: ‘The Truth’ afirmó al final del combate que ejercerá su derecho a revancha estipulado en el
contrato de la pelea para repetir este enfrentamiento una vez más.
Nadie quiso perder la oportunidad de presenciar la historia en directo Las Vegas es conocida por ser una de las ciudades con mayor afluencia de superestrellas del mundo. El boxeo sigue atrayendo a personalidades del panorama, como lo son la estrella de la NBA Damian Lillard, o los artistas Cardi B o André 3000 de la banda Outkast. Además, la
leyenda del rap Eminem acompañó a Terrence Crawford al ring con su canción ‘Lose Yourself’.
Los históricos del deporte tampoco quisieron faltar a la gran cita. Mike Tyson, Floyd Mayweather, Evander Holyfield o Manny Pacquiao fueron algunos de los ex pugilistas que contribuyeron a hacer de este ya histórico Spence – Crawford una balada épica y trascendental en un deporte en el que comenzaban a echarse de menos las ‘dreamfights’ que le daban significado al pugilismo.