Ieltxu Lahuerta Alonso, campeón de España del superpesado: “Nadie me ha pegado tan duro como Kerman”

TEXTO Y FOTOS: IÑAKI MENDIZABAL/ — Con las dotes de un alumno aventajado, Ieltxu Lahuerta (Barakaldo, 27 años) ha brincado a la élite del boxeo amateur estatal en menos de dos años. Suma diez victorias de diez, siete conseguidas antes del tiempo reglamentario, y ya es bicampeón de Bizkaia y de Euskadi en su categoría (superpesados), además de campeón de España individual y por clubes 2015. Casi nada. Quienes le conocen bien coinciden: detrás de esa mole de músculos (¡105 kilos!) se esconde un buen tipo. Sus brazos son mazos de carne que contrastan con una sonrisa de dibujos animados. Su entrenador, Txutxi del Valle, solo vierte buenas palabras para describir al púgil: “Yo destacaría su fortaleza, y además es rápido para el ese peso. Tenía mucha confianza en él, pero me ha sorprendido porque no pensaba que se iba a esforzar tanto”.

Le vimos en la velada del viernes, en La Casilla. ¿Qué le pareció el combate de Gago?

Sobran las palabras. Se lo merece más que nadie porque es un auténtico guerrero. Le echó coraje y cerró muchas bocas. Para los que tenían alguna duda: ¡ya van tres cintos! Y a Kerman le vi bien también; el siguiente cinturón de España lleva su nombre.

ieltxu-biceps

Usted comenzó a boxear hace tres años. Tarde, si atendemos a los catedráticos de este deporte. ¿Cómo así?

Antes había practicado otros deportes, como el remo, pero siempre me había gustado el boxeo. Empecé a entrenar en el club de Txerra hace unos tres años. Hice kick-boxing, pero durante poco tiempo, porque siempre me ha gustado el boxeo. Hice una pelea y al final un amigo mío, Marcos, me dijo que viniera a entrenar a MampoGym, vi el ambiente, me gustó y decidí quedarme. En septiembre cumpliré dos años en el club.

Y en dos años ha amasado casi todos los títulos amateur de España…

Siempre he tenido en mente pelear, subirme al ring, pero jamás pensé que iba a llegar hasta donde he llegado. Ir a un campeonato de España, por ejemplo, lo veía lejísimos. En 2014 ganamos el de Bizkaia y el de Euskadi, pero no fuimos a los de España porque aún no tenía mucha experiencia. Este año ha sido completo, con los campeonatos de Bizkaia y Euskadi, además de los dos estatales, por clubes e individual.

¿Dice usted ‘ganamos’?

Sí, porque es un trabajo de todo el equipo.

¿Se refiere a los compañeros y entrenador de MampoGym?

Claro. Es como una segunda familia para mí, hay buen ambiente, estamos muy unidos, aprendemos los unos de los otros… Da gusto entrenar así. Y ahí se ven los resultados, todo lo que estamos consiguiendo desde hace tiempo. Hay buena gente, leal… Hay gente a la que quiero mucho dentro del gimnasio, gente pura, como creo que soy yo con mis amigos.

ieltxu-cadena

Agresividad, violencia, malos rollos… Aún hay gente que piensa que en el boxeo se da todo eso, pero sus palabras indican todo lo contrario.

Yo no soy nada agresivo. Antes sí que era un poco más broncas, pero aquí, entrenando, he aprendido a canalizar ese ímpetu. Solo saco la agresividad en el ring, cuando es preciso y en la medida justa.

¿Pero es usted voluntarioso?

Sí, si me entra algo en la cabeza, lo consigo. La constancia me ayuda a superarme. He tenido que esforzarme mucho, pero en este último año he mejorado muchas cosas. Tenía bastantes carencias: no tenía técnica, no pegaba muy fuerte,… Y he aprendido a cerrar bien el puño, a armarlo, a girar la muñeca, a desplazarme…

De todos modos, en el gimnasio tiene pocos rivales de su envergadura…

Aún así, todos me ayudan. Desde Ugaitz hasta Kerman, pasando por Josu, Amer, Asier, etc… Y te digo una cosa: en estos dos años que llevo compitiendo, nadie me ha pegado tan duro como Kerman, ni siquiera los de mi categoría, ni en los campeonatos de Euskadi ni en los de España, y eso que he boxeado con púgiles más pesados que yo. Él tiene algo especial, un golpe que tienen muy pocos…

¿Y qué hay del físico? Mover 105 kilos no debe ser fácil.

Me está echando una mano Santos, un amigo. El me guía también con el tema de la comida.

ieltxu-derecha

La dieta resulta algo esencial en la vida de un boxeador.

Sin duda. Además, yo soy un tragón, y tengo que cuidar eso. Como mucho, pero genéticamente soy bastante agradecido, porque nunca estoy gordo, ni cuando cojo algunos kilos de más. Disimulo bastante bien (risas). Tengo buena genética.
De todos modos, seguimos tratando de mejorar ese aspecto, porque hasta ahora me ha fallado el fondo. Soy un boxeador explosivo, y para el tercer asalto me quemaba. Es lo que me pasó en los campeonatos de Bizkaia de este año; al margen de que subí con algo de gripe, traté de buscar el KO y me desinflé.

No es bueno obsesionarse con el KO

No, pero me cuesta quitarme eso de la cabeza. Tiendo a salir como una moto y tiendo a tirar muchas manos. Me gusta asfixiar al rival, no dejarle pensar. Intento hacerlo, pero para eso hay que estar bien entrenado.

¿Cómo se arregla con Txutxi del Valle?

Me ayuda en todo, también psicológicamente; me da ánimos, me dice que lo puedo conseguir y eso me da confianza. Para mí es una pieza clave en todo esto, y lo considero un amigo, casi más que un entrenador. Es un buenazo y le quiero.

Pero habrá días que le cuesta ir a entrenar, ¿no?

No. Estás a gusto en un sitio, que es como si fuera tu segunda casa. Vengo todos los días y nunca con pereza, siempre con mucha ilusión. Eso es lo que veo yo en el Mampo. Y luego, también te motiva ver luchar a los demás, deportistas que están creciendo poco a poco y que vienen pegando fuerte.

ieltxu-columnas

¿Hay alguno en especial que le gusta como sparring?

Boxeo con los más altos, si puedo. A veces, suele venir un chico de Barcelona, Marcos, que lo hace muy bien, pero no viene mucho. Me gustaría hacer más sesiones de esparrin, pero no es fácil. Pero los compañeros del gimnasio me aprietan y me exigen sacar muchas manos, me meten mucho ritmo y eso me obliga a estar muy atento en todo momento. Lo que echo en falta es recibir golpes duros, pero lo demás lo tengo en Mampo.

¿Qué le queda por mejorar?

El fondo. Lo mejoraré con esprines y crossfight, que tengo que hacer ahora, fuera de temporada. Cuando estás peleando no conviene hacer ese tipo de ejercicios.

¿Qué le dicen sus amigos, su familia, su novia?

Al principio ella era reacia a que entrara en este mundo, porque hay que cuidarse mucho, hay que salir menos… Pero ahora está contenta.

De momento, tampoco le han pegado mucho…

No, pero cuento con ello. De todos modos, creo que ella lo soportará bien, porque es dura. Los amigos me apoyan y no me fallan nunca, y en la familia mi aita siempre está ahí, cerca de mí. Al principio lo pasaba mal pero ahora está siempre ahí. Mi ama nunca viene… Sufre más. Ya sabes, una madre es una madre.

ieltxu-mascara

¿Tiene miedo antes de la pelea?

No tengo miedo en el ring, lo que suelo es estar nervioso, bastante nervioso. Yo creo que ahí me crezco. Es al revés, estoy deseando subir al cuadrilátero. Creo que eso mismo les falta a algunos compañeros, a los que veo muy bien en los entrenamientos pero luego en los combates se le ve algo cohibidos. Yo estoy seguro de que gente comoAmer o Asier, por poner dos ejemplos, van a dar mucho más de sí en cuanto se quiten de encima esa tensión.

¿Qué metas se marca usted ahora?

Me gustaría ir otra vez al Campeonato de España y ganarlo por KO, pero para eso tengo que prepararme más.

¿Fue dura la pelea con Molongua?

Sí, Álex Molongua había sido once veces campeón de España. Es un boxeador experimentado con muchísimas peleas, buen movimiento de piernas y me intentó anular en todo momento.

¿No ha pensado en bajar de categoría?

Uf, bajar a pesos pesados sería duro para mí. Tendría que bajar diez o catorce kilos, y eso me exige mucho sacrificio y no me veo bien en el espejo. Prefiero quedarme en los superpesados. La última vez que tuve ese peso fue hace unos cinco años.

¿Y el terreno profesional, no le tienta?

Me ha comentado algo Txutxi para 2016, pero eso requiere demasiados cambios en mi vida. Hay que estar siempre al cien por cien, el terreno profesional es un tema muy serio. Una cosa es probarlo y otra tomármelo en serio. Tengo que pensarlo bien. Quizá si lo hubiera cogido antes, con 20 años, por ejemplo, hubiera sido distinto, pero ya tengo 27, para hacer 28, una edad avanzada para entrar en el terreno profesional. Me gusta entrenar, pero para eso tendría que entrenar aún más, y no lo veo.

Está claro lo que le ha dado usted al boxeo vasco, pero, ¿qué le ha dado el boxeo a usted?

Cierta estabilidad, te ayuda a estar más tranquilo, la disciplina del entrenamiento te ayuda a estar más centrado. Ahora me tomo las cosas con más calma. Además, me ayuda a reforzar mi fuerza de voluntad, la autoestima…

ieltxu-saco-3

¿Respetando al rival?

Eso siempre. Es una cosa que hay que tener muy presente. No hay que minusvalorar a nadie, ir de gallo no sirve de nada, porque aquí cualquiera puede darte una sorpresa desagradable. Siempre he sido muy cauto en esas cosas. Cualquiera que se sube a un ring a pelear se merece un respeto. Yo creo que en Mampo respetamos a nuestros rivales.

¿Y hay algo que le incomode de este deporte?

Me incomoda esperar. Muchas veces tengo que esperar hora y media o dos horas en el vestuario, antes de subir al ring, y eso se hace pesado.

¿Le sorprende que el boxeo haya subido tanto en los últimos años?

Se nota que el público está creciendo, día a día. Hace un año tenía repercusión, pero ahora veo que tiene mucha más. Gente como Kerman, Jonfer o Gago están ayudando a eso… Son buenos boxeadores y además ofrecen espectáculo. La gente se está sumando al boxeo por todo eso, porque las veladas de Euskoboxsiempre tienen algo especial, aunque pueda fallar algún combate que otro, como es normal.

¿A quién le ha dedicado las medallas?

A Txutxi, a todo el gimnasio, a todo el club, porque el 50% del mérito es de ellos, y a toda mi familia, a Amanda, a su padre, a Carlos, a Marcos, a mi aita… Esos me apoyarán hasta cuando pierda.