AEBOX/Gonzalo Campos/ — El boxeo español atraviesa un momento dulce en cuanto a lo deportivo pero paradójicamente pasa por su momento mas convulso en la historia mas reciente de nuestro deporte. Desde la sanción que impuso AIBA, con motivo del torneo Futuros Campeones y la aceptación de todas las exigencias por parte de la Federación española, que nos alejaba de las instituciones del boxeo mundial, la autoridad de la española empezó a ponerse en duda por parte de algunos colectivos hasta llegar al punto en el que nos encontramos hoy.
En respuesta al nombramiento de Bartolome Torralba como nuevo representante español en la Unión europea de Boxeo, EBU, este organismo remitió una carta a la Federación española, donde indicaba de manera clara que la Federación española no tenia competencias en boxeo profesional y que como consecuencia de ello ya no se le consideraba miembro de EBU, ni del WBC.
Lo primero que se me ocurre al leer esta información, es: ¿quien es EBU, para cuestionar las competencias de la federación española en materia profesional? ¿Quien es EBU, para hablar en nombre del WBC?… Quizá en el WBC, les han autorizado para hablar en su nombre, pero si es así, ¿quien es el WBC, para cuestionar las competencias de la Federación española?… Estamos asistiendo al intento de linchamiento de un presidente, Antonio Martín Galán, que de todos los actores de esta lucha de poderes, es el único elegido democráticamente.
Para colmo de males, hace solo unos días la Federación territorial valenciana hacía un comunicado en el que tachaba de impostor al presidente de la española Antonio Martín Galán, al que acusaban de injerencias en la ultima velada internacional organizada en la comunidad valenciana. ¿Saben los lectores que la citada velada de Picanya, donde participaron boxeadores de primer nivel mundial, además del mejor entrenador del mundo, se hizo de manera ilegal, pues no se contó con la licencia de ningún promotor autorizado? ¿Saben los lectores que el presidente de la Federación valenciana Leopoldo Bonías, autorizó expresamente dirigir el combate de fondo al arbitro belga Daniel Van De Wiele, saltándose todas las normas posibles, dejando fuera de lugar y privando de sus competencias a todo el colectivo arbitral de la Comunidad valenciana, único estamento competente para dirigir ese combate?
La relación entre Leopoldo Bonías y la Federación española era perfecta hasta que Bonías propuso realizar la liga nacional de boxeo AOB, exclusivamente con árbitros valencianos, aduciendo abaratar el coste. La Federación española se negó a tal propuesta por tratarse de una competición de ámbito estatal que requería árbitros neutrales, y ese es el problema que Leopoldo Bonías tiene con la española. No le han dejado manipular la competición y él lo entiende inadmisible, como cuando designó para ir a los campeonatos de España a un boxeador que había sido vencido en los campeonatos de la comunidad valenciana, y dejó en casa al vencedor. De Leopoldo Bonías tenemos para escribir un libro narrando la guerra civil que tiene actualmente en su comunidad donde gobierna la federación de manera ilegitima, pero esa es otra historia de la que hablaremos en su momento.
Afortunadamente y como no podía ser de otro modo, el subdirector de alta competición del CSD, ha dado su sitio a Martín Galán, y Federación española y Consejo Superior de Deportes han remitido una contundente respuesta a EBU, en la que dejan muy claro que la Federación española es el único organismo garante del boxeo español en todas sus formas y el único ente deportivo oficial reconocido por el Consejo Superior de Deportes para formar parte de las instituciones deportivas internacionales en materia de boxeo.
Mi opinión sobre este tema tras conocer todos los datos, es que el boxeo español es un colectivo con una trayectoria centenaria y con una tradición deportiva muy arraigada en nuestra cultura e instituciones y no merece ser gobernado de manera ilegitima. El que quiera dirigir el boxeo español debe dejar de dar paseos por los pasillos del Consejo Superior De Deportes intentando boicotear la labor del presidente y presentarse a unas elecciones, ganarlas y poner en practica sus ideas y proyecto de gobierno. Creo que es el momento de dejar trabajar a los que ya fueron elegidos.
