AEBOX/Gonzalo Campos/ — Un rebosante de publico Manchester Arena pudo presenciar la noche del Sábado como nuestro representante Petr Petrov, perdía ante el campeón WBO, el británico Terry Flanagan, en una electrizante pelea donde se pudo ver a dos hombres practicando boxeo de primerisimo nivel.
La pelea dio comienzo con ambos púgiles tratando de hacerse con el centro del ring aunque con Petia mas incisivo, imponiendo su izquierda y doblando desde el inicio con manos rectas de peligro. Flanagan, mas alto que el nuestro, buscaba trabajar a la contra y no ceder espacio en una larga distancia que es la que le interesaba y estaba como prioridad en la estrategia.
Segundo y tercer asalto fueron asaltos en los que Petia marcó el ritmo, llego con las mejores manos e incomodó a un Flanagan sorprendido que no supo contrarrestar la variedad y velocidad de un Petrov que se gustaba sobre el ring.
El cuarto se lo apunta Flanagan haciendo valer su estatura, llevando la iniciativa y golpeando en recto con precisión a la cara de un Petrov, consciente del nivel de exigencia de un rival ceñido por completo a la estrategia.
El quinto fue un asalto que aunque ganó el nuestro por concentración, entrega y ganas, tuve la sensación de que Petia necesitaba poner mucho mas que Flanagan para estar al nivel.
Sexto y séptimo fueron asaltos para un Flanagan que desplegó un boxeo mas incisivo pero no cediendo nunca su distancia, trabajando con series al cuerpo y a la cara de su oponente, haciendo desplazamientos de piernas constantes y agarrándose cuando tocaba para cortar el inicio del golpeo del rival.
Octavo, noveno y décimo fueron asaltos duros en los que Flanagan aumentó el ritmo y fue llegando con manos muy claras al rostro de un Petrov que se mantenía en la pelea pero que poco a poco iba alejándose de la victoria.
El undécimo nos mostró a dos boxeadores dispuestos a todo, con el respeto perdido desde el octavo, aunque con un punto mas de lucidez por parte de FLanagan que llegó con varias izquierdas rectas que hicieron mella en un Petrov cansado y cortado en la frente por un choque de cabezas involuntario.
El ultimo fue un asalto de raza donde el ingles ya se sabia ganador y Petr Petrov mostraba de que pasta están hechos los que nunca se rinden. Petia intentaba el golpe de suerte definitivo mientras Flanagan se trababa y hacía imposibles los esfuerzos de un Petrov al que se le escapaba la victoria en un combate en que lo había dado todo.
La puntuación de los jueces nos volvió a traer un nuevo disparate al que desafortunadamente ya estamos acostumbrados pero que de ninguna manera vamos a aceptar porque ademas es el mayor cáncer que hay actualmente en el boxeo mundial. Es inconcebible y merece una sanción el juez sueco Mikael Hook, que puntuó 120-108, no concediendo ningún asalto a Petrov, o el hungaro Enyedi, que firmó unas tarjetas con 118-110, para Flanagan. El Ingles Terry O´Connor presentaba unas cartulinas con 116-112, puntuación en la linea de lo que pudimos ver todos los aficionados. Este tipo de puntuaciones partidistas e irracionales hacen mucho daño a nuestro deporte.
Mi pelea
Mi percepción de la pelea es que Petrov en esta ocasión se encontró con un excelente estratega que aprovechó en todo momento su envergadura y que con menos esfuerzo que Petia, solventó una primera parte de pelea a la que ambos llegaron igualados en las cartulinas pero con mucha mas inversión de esfuerzo por parte del nuestro. La segunda parte del combate se desarrolló con Flanagan marcando los tiempos, con mejor condición física que Petia, pero sobre todo cortando con trabas casi todos los inicios de ataque de Petia y trabajando de cara a los jueces con sus manos rectas y con unos desplazamientos que impedían el boxeo en la media de Petrov, que de haber iniciado antes el bombardeo a la zona blanda de su oponente quizá nos hubiera mostrado a un Flanagan mas estático en el tramo final de una pelea y hubiera dado mas opciones al nuestro en un tu a tu, en la media con el que todos soñamos pero no se produjo. Nada que reprochar a un Petia Petrov que lo dio todo y estuvo en todo momento en la pelea ante un invicto y excelente campeón del mundo.
