Ruddy Encarnación, un Lobo que no está en peligro de extinción

AEBOX/Jose Luis Abad/ — Este artículo es de esos que a un servidor le gusta escribir, porque se trata de homenajear a un boxeador de raza, de coraje, de honor… se trata de hacer mención a un deportista que lo da todo cada vez que sube a un ring, que nunca deja a nadie indiferente, que siempre está ahí cuando lo llaman, y lo más importante, que nunca ha dejado de soñar en conseguir grandes cosas en este mundo.

Es por eso que Ruddy es un tipo tan peligroso. Sólo hay que fijarse en la expresión de su cara en cada uno de sus combates, jamás ha salido vencido de antemano a pesar de haberse comido muchísimos “marrones”, que los ha tenidos muy gordos.

Soy un aficionado al que le gusta analizar los records, buscarles sus porqués. El Lobo Negro tiene un record de 38V – 26D – 4N y 18 de las victorias son antes del límite. De las 26 derrotas que tiene en solo 5 ha acabado siendo noqueado, pero hay que mirar algunos boxeadores que le han noqueado: Kevin Mitchell (aspirante al WBO del peso ligero), Antonio Joao Bento o Luca Giacon, todos auténticos pegadores, aunque la última vez que cayó Ruddy fue hace ya muchísimo tiempo.

Para mí es un record impresionante el que atesora este hispano-dominicano afincado en Madrid, nos ha regalado combates épicos ante extraordinarios boxeadores. Todos recordaremos ese duelo con Ivan Ruiz Morote y el estallido de esos golpes, ese combate con Juli Giner que acabó en nulo, ese despliegue de corazón de y de fuerza ante Guillaume Frenois sin apenas tiempo para una buena preparación, y por último, esa alegría que nos dio el pasado día 1 de diciembre al proclamarse Campeón Intercontinental del peso ligero al vencer a un viejo conocido y magnífico boxeador, Jean Pierre Bauwens, al que le dio un repaso en su propia casa.

Con Ruddy encima de un ring, todo puede pasar. El mismo lo dice, “El que pelee conmigo ya puede tenerlos bien puestos porque se va a encontrar con un bloque de hormigón ahí arriba…”. Al hispano-dominicano nadie lo achanta, todo el mundo lo respeta, Ruddy se las gasta muy mal encima de un ring, es ese tipo de boxeadores que nacen para este deporte, aunque en el caso de Ruddy, lo ha hecho su forma de vida. Hablar de Ruddy Encarnación es simplemente hablar de boxeo en mayúsculas.

Es curioso como un tipo afable, buen conversador, amable, cariñoso, educado, humilde, dedicado y muchos otros calificativos, es capaz de transformarse encima de un ring en un killer despiadado que machaca la carne de sus rivales y los hace sufrir hasta límites insospechados. El Lobo Negro no tiene amigos cuando pisa el entarimado, es un auténtico profesional.

Por eso este medio quiere homenajear a un hombre que aún tiene mucha guerra que dar. Con sus casi 39 años, tiene la ilusión de un principiante y el instinto y la inteligencia de un depredador letal. Ruddy ha hecho más grande al boxeo de este país, su país, y no solo eso, ha engrandecido a nuestro boxeo cada vez que ha salido fuera a pelear, ¿Hay algo más bonito que eso?, Es la forma que tiene este medio de dar las gracias a un hombre que tiene su nombre escrito a golpe de puño en la historia de este deporte. Gracias Ruddy, gracias por tanto como nos has regalado, siempre estaremos en deuda contigo.

CUENTA LA LEYENDA QUE CADA VEZ QUE RUDDY SALTA AL RING, SE ESCUCHAN EN LA DISTANCIA LOS TEMIBLES AULLIDOS DEL LOBO…