AEBOX/Nacho Gutiérrez/ — Katy Díaz luchó este pasado sábado ante Tina Rupprecht. En juego estaba el título Mundial WBC del peso mínimo y la española perdió ante un púgil local que fue superior a nivel técnico y con un punto más de velocidad pero plantó batalla y lo intentó.
Hoy nos relata qué sabor le deja el combate: «El sentimiento no es malo, es de aprendizaje. Tina fue superior en técnica y velocidad e hice todo lo que pude ¿Qué aprendemos? Pues que estamos a la altura mundialista. El tren está en marcha y a trabajar más todavía. Tina fue justa ganadora ».
Y lejos de pensar en una retirada, Katy prefiere descansar y volver el próximo año con energía renovada: «¿Planes de futuro? Tenemos un proyecto para el año que viene, pero hasta enero, cuando volvamos a trabajar, no daremos nuevas noticias… Es un orgullo haber hecho este mundial y haber luchado con Tina una campeona del mundo que es más fuerte de lo que esperaba es una tía encantadora y que ha tenido gestos muy bonitos y estoy muy contenta de haberme medido con ella ».
Y fiel a su carácter optimista la gaditana quiere hacer lectura positiva del combate ante Tina Rupprecht:
«Aprendemos que tenemos que ponernos la pilas y tenemos que seguir trabajando, hay que pulir temas de velocidad y técnica y en la preparación no hemos hilado bien, quizá, entre la oportunidad que surgió del IBO y esta ultima. Aunque eso no es justificación… simplemente es aprendizaje para nosotros y para seguir trabajando y darnos cuenta de que estamos a la altura de mundial, tenemos que seguir adelante».
Uno escucha la palabras de Katy y tiene claro que todavía le queda tiempo para plantar batalla. La retirada no es su opción, se le ve segura y promete dar guerra en el 2020.