Sergio «Maravilla» Martínez se reconcilia con el pugilismo

AEBOX/Gonzalo Campos/ — La pasada Navidad me crucé con Sergio por la avenida Ricardo Soriano de Marbélla, y le saludé con un, «adiós leyenda», a lo que él respondió con una sonrisa y un muy educado y algo tímido, «muchas gracias» .

La leyenda está de vuelta, ya tenemos fecha, y lo primero que me gustaría destacar es la valentía que muestra un deportista que lo ha sido todo, que lo tiene todo, que disfruta de lo logrado viviendo la vida, y que ahora decide volver al ring en busca sin duda de saldar viejas cuentas con el noble arte.

Sergio «Maravilla» Martínez y el boxeo profesional hicieron efectivo su divorcio el día 07 de Junio de 2014 en el Madison Square Garden. Aquella Noche un boxeador mermado y sin chispa debido a sus múltiples lesiones, fue presa fácil para el boricua Miguel Cotto, otra leyenda, que creo que no hubiera tenido las mismas opciones ante un Sergio Martínez en perfecto estado físico, pero que cruelmente le despojó del cinturón WBC de peso medio, mancillando el honor del guerrero al que lograron doblegar hasta someter su cuerpo, pero no su mente.

Tras aquella triste noche del Madison, y con dinero y fama mundial, Sergio se refugió en Buenos Aires buscando nuevas sensaciones. «Me siento bien, muy feliz. A pesar de haber perdido mi última pelea y tener una pierna destrozada, estoy pletórico», comentaba en una entrevista al diario argentino La Nación. Se centró en la interpretación, donde tenía en marcha un proyecto, » A veces me llaman Maravilla’, un monologo sobre su vida en la que el propio peleador relataba momentos importantes de su trayectoria tanto personal como deportiva, y donde trató de pasar pagina, aunque el resquemor aparecía en cada entrevista para dejar un reguero triste de amargura y desencanto con el boxeo, motivado seguramente por el cruel pago que éste tuvo con un deportista que tanto había contribuido a engrandecer el arte de las 16 cuerdas.

Tras una sobresaliente gira por Argentina, Sergio Martínez terminó de forma exitosa su gira de monólogos en Madrid, se instaló de nuevo en España, comenzó a entrenar en el gimnasio de Tinin Rodriguez y no sin esfuerzo comenzó a curar sus heridas, cambiando su método de trabajo, primero, para recuperar su cuerpo de todas aquellas lesiones que le atormentaron en el pasado, para a continuación centrase en recuperar las que no se ven pero mas tiempo tardan en cicatrizar, que son las heridas del alma, las que ahora propician la vuelta del campeón argentino, su búsqueda, su reconciliación definitiva con el pugilismo.

«Maravilla» no podía salir del boxeo de la forma en que lo hizo, y aunque una de las grandezas del boxeo es que no tiene memoria, una estrella del calibre de Sergio no podía salir por la puerta de atrás del Madison.

El paso del tiempo no perdona aunque te llames Sergio Gabriel Martínez, pero una cabeza tan bien amueblada como la de nuestro protagonista no asumiría semejante compromiso sino se viera con opciones de volver a brillar.

El primer golpe duro que impacte en la anatomía de Sergio en su vuelta, seguramente responda a muchas de las preguntas acerca del futuro de la carrera de este Monstruo. El 22 de Agosto en Torrelavega, Cantabria, seis años después de su divorcio, el pugilismo y Sergio «Maravilla» Martínez hacen publica su reconciliación.

«Mucha suerte Leyenda».

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