AEBOX/Vicente Campos/—Intenso cara a cara el que tuvieron ayer tarde Gervonta Davis y Rolando Romero. Estuvieron tanteándose el uno al otro, discutiendo durante dos minutos seguidos, pero cuando el entrenador Calvin Ford logró separar a su pupilo de la discusión, Gervonta Davis había visto todo lo que necesitaba de su ruidoso rival Rolando Romero, ya no era tan valiente como en la anterior conferencia de prensa.
Una vez estuvo ante la prensa, Gervonta comentó:
“Es suave. Eso es lo que es. Es suave”.
En una conferencia de prensa a veces tensa en el Barclays Center para anunciar su pelea de peso Ligero del 28 de mayo, Davis y Romero recogieron el testigo donde lo habían dejado en octubre, cuando se reunieron para promover lo que se suponía que sería un combate en diciembre. Pero después de que acusaran a Romero de agresión sexual, fue eliminado de la cartelera en la que iba a ser la pelea estelar, lo que obligó a Davis a enfrentarse al mexicano Isaac Cruz, a quien terminó venciendo por decisión unánime en un combate donde Cruz salió muy valorado.
Sin embargo, tras la conclusión de una investigación policial, Romero no fue acusado de ningún delito. Esa resolución allanó el camino para que Rolando tuviera una segunda oportunidad de enfrentarse a Davis.
Ninguno de los dos puede esconder la animadversión que sienten por el otro y se lo recordaron mutuamente ayer tarde en el escenario mientras escuchaban las preguntas del presentador Brian Custer.
«Ves su nariz, ¿verdad?. Si lo golpeo con uno de estos, le voy a arrancar toda la nariz. Mira su nariz. Su nariz es, como, muy pequeña”, comentó ‘Tank’ Davis.
Romero respondió:
“El 28 de mayo te van a noquear. Estamos acabando con tu pequeño reinado. Puedes ir a retirarte. Y eso es eso.»
Davis-Romero marca el regreso del boxeo importante en el Barclays Center y, por extensión, en el distrito de Brooklyn, desde el comienzo de la pandemia. Un territorio familiar para el experimentado Davis, quien consiguió una de las primeras victorias importantes de su carrera, un KOT en el séptimo asalto ante José Pedraza, en 2017, que le sirvió para ganar el título de peso Superpluma de la FIB. En ese momento, Davis todavía era un peleador de cartelera quizás mejor conocido por el público en general por su asociación con su promotor Floyd Mayweather y su amigo Adrien Broner.
Cinco años después, «Tank», ahora padre de una niña, encabezará una cartelera en el Barclays por primera vez. Parece haber encontrado algo de paz en su vida personal desde su esfuerzo por ganar el título en el lugar; sin embargo, sus tweets recientes sobre su promotor sugieren que podría haber algunos problemas con el mismo; Davis se negó a responder preguntas sobre ese tema, y se está promocionando como una personalidad pública aparentemente desvinculada de la marca del Team Mayweather.
“Sabemos lo que vinimos a hacer aquí. Esta no es la primera vez que estamos aquí”, comentó Davis.
Pero una cosa es segura, Romero nunca ha estado aquí.
En la rueda de prensa de octubre pasado en Los Ángeles, el descarado y llamativo Romero robó claramente el espectáculo. Apareció, en el calor del mediodía, con un abrigo de piel de gran tamaño, sin camisa, enseñando abdominales. En Brooklyn, Romero se vistió ayer con un un traje colorido de Dolce & Gabbana, que una vez más, se desabrochó para mostrar sus abdominales.
Por su parte, Davis apareció relativamente más sencillo, vistiendo una chaqueta universitaria sobre una camiseta de Supreme.
Pero este cara a cara de ayer fue totalmente diferente al de octubre. Romero parecía un poco apagado esta vez mientras Davis fue todo lo contrario. Los dos compañeros de equipo en Mayweather Promotions se paseaban por el centro del escenario para participar en la ceremonia mas antigua del boxeo. Esta vez fue Davis quien asumió el papel provocador haciendo gesticulaciones amenazantes y pronunciando insultos cada dos segundos. Ford, el entrenador en jefe y entrenador de vida de Davis, solo podía sonreír mientras miraba.
¿Romero se sorprendió? Davis ciertamente pensó eso. Este no era un foro de Internet, después de todo, donde el listón para insultar es mucho más bajo que en la vida real.
“Es diferente cuando hablan en Instagram o algo así. Romero habla mucho, pero cara a cara es diferente. Muy diferente, muy diferente”.
Davis, el lado A claro que ha dejado su huella en todo Estados Unidos al encabezar en ciudades tan diversas como Atlanta, Los Ángeles y San Antonio, sintió que necesitaba recordarle a su retador cuál era su posición en la cadena alimenticia del boxeo.
“Una perra. Eso es todo lo que es. Mostrar a las personas que piensan que son fuertes que siempre hay alguien más malo que tú”.
Cuando le preguntaron su acalorado cara a cara, respondió:
«Realmente no estoy enfadado en absoluto. Tuve que hacer eso para mostrarle quien manda. ¿ Sabes lo que quiero decir?»
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