AEBOX/Vicente Campos/–Interesantísima la entrevista realizada a Don Nacho Beristain en la que, como siempre, no pone reparos en hablar de lo que haga falta. Hace un repaso a su relación profesional con el “Finito” López con detalles muy curiosos. También sobre los boxeadores con los que ha trabajado y que más le han marcado, y menciona cuales han sido algunas de las noches más importantes en su larga carrera.
Sobre “Finito” López, una de las leyendas del boxeo mexicano y mundial, comentó:
“La primera vez que llegó Ricardo a mi gimnasio, le dije que no podía entrenarlo. Simplemente por su amistad con el Doctor Horacio Ramírez, y se fue con su papá un poquito molesto. Y me dijo: “ Me voy pero regreso, porque voy a arreglar este asunto “ y le dije: Mira, si yo subo a un avión donde vaya el Doctor, inmediatamente me bajo y te quedas tú. Y hablaron con el señor Sulaimán y también se mostraba difícil ¿Y por qué quieres entrenar con él ?, hay mejores entrenadores …Ricardo le dijo: señor, yo estuve con Nacho en el centro olímpico y él me canceló mi estancia ahí por que era muy travieso, y hacía muchos problemas ahí. El tenía como bandera la disciplina y era muy duro; por ese detalle quiero estar con él, no quiero llegar a un lugar donde yo le diga al entrenador lo que voy a hacer, quiero estar donde el entrenador me diga a mí qué es lo que voy a hacer. Entonces llegó ahí conmigo con esa condición, porque yo le dije que no quería tener ninguna relación con estas gentes. Si te parece bien, bien y si no adiós. Y me dijo: no, no, vamos a trabajar”. comentó Beristain a Profesionalesboxeo TV.
“Cuando le cancelé la estancia en el centro olímpico, el Finito era muy joven, no tenía edad para representar a México en los juegos olímpicos. Pero Arturo pues lo mandó para el centro olímpico. Excelente boxeador, yo creo que era mejor que algunos de los que estaban en el primer, segundo y tercer equipo, pero no tenía la edad. Entonces era muy travieso, muy exageradamente travieso. Era tremendo, aparte de eso tenía la ventaja de que era un gran peleador, nació para ser un gran peleador”.
Reflexionó sobre cuál fue su obra maestra como boxeador y esto fue lo que dijo:
“He tenido varios peleadores, pero yo creo que Gilberto Román… Julio César Chávez le puso la computadora, porque a todos los boxeadores le peleaba de una manera diferente . Y de ninguna manera puedo soslayar la presencia de Juan Manuel Márquez. También está el Chato, Daniel Zaragoza, que fue un guerrero del ring; cuatro veces campeón del mundo es un truco muy difícil de realizar”.
Y mostró su recuerdo de la noche que jamás olvidará Don Nacho.
“Hay dos noches que me dejaron muy marcado. Una fue en México 68 en los juegos olímpicos. Ricardo Delgado, Antonio Roldán y el hermano de Zaragoza, que ganó el bronce. Eso me dejó marcado para no volver a pensar nunca en quitarme del boxeo. Y otra…que le pedí a Dios por todo lo que nos sucedió en California con los jueces, con Juan Manuel Márquez. Nos robaron mínimo dos peleas que nos quitaron con Pacquiao. Le pedí a Dios que la última fuera la definitiva y mira pues me lo concedió. Yo decía, cuanto menos que lo ponga en la lona una vez, y lo puso dos. Siempre he admirado mucho a Pacquiao y lo sigo admirando como atleta y como persona. Ayuda mucho a su gente allí en su pueblo, pero me sentí horrible cuando lo vi, le pedí a Dios que no le fuera a pasar nada ”.
