Vergil Ortiz Jr. destruyó a Egidijus Kavaliauskas, en una autentica guerra mundial

AEBOX/Gonzalo Campos/ — El invicto texano Vergil Ortiz venció por ko técnico en el octavo asalto al lituano Egidijus Kavaliauskas, reteniendo su titulo internacional WBO, de peso welter, en el The Ford Center at The Star, en Frisco, Texas.

Vergil Ortiz (17-0-17ko) y Egidijus Kavaliaskas (21-1-1-18ko) se jugaban anoche algo mas que el cinturón internacional WBO. Se jugaban el futuro.

El primer asalto transcurrió con ambos boxeadores estirando las izquierdas en una medición de velocidad y distancia que se vio interrumpida por la campana del final.

El segundo nos trajo un asalto mas violento en el que el lituano conectó al americano, que en un terrible intercambio de golpes, se fue al suelo, aunque el arbitro no estimo realizar cuenta, pese a estar Ortiz sentido. Asalto duro de intercambios.

En el tercero empezó con Kavaliauskas conectando de nuevo la derecha pero fue éste el que se fue al piso como consecuencia de un «uno dos» de Ortiz rematado con la izquierda. Kavaliauskas aguantó y terminó bien el asalto.

El cuarto y quinto asalto, ya nos mostraron a un Vergil Ortiz mas centrado en el jab, entrando y saliendo, pero sin ir al intercambio con el lituano, que tampoco quería encajar golpes innecesarios.

El sexto si se volvió mas violento cuando el aspirante alcanzó a Ortiz con la derecha y se fue en busca de la pelea, en un intercambio explosivo hasta el final del parcial.

En el séptimo, vimos a Ortiz mas centrado en el jab y en los ganchos por dentro, que le creaban problemas al lituano, que no lograba quitárselos, y que además daba pie a una derecha larga del texano, que alcanzó a su rival en varias ocasiones y que repitió hasta escuchar la campana. Comienza a verse la superioridad de Ortiz.

Un cruce en la media rematado con un jab a la cintura en el ecuador del octavo, pinchó abajo al lituano que puso rodilla en tierra. Desde ese instante un Vergil Ortiz en versión cazador, derribó tres veces a Kavaliauskas con otros tantos crochet de izquierda a la mandíbula y provocó la parada arbitral a falta de unos segundos para el final del asalto.

Brillante choque el que vivimos entre estos dos grandes luchadores, y no menos importante la victoria de Vergil Ortiz sobre un autentico aniquilador como Egidijus Kavaliauskas, que nos mostró las debilidades del texano que abusó del intercambio pero logró una extraordinaria victoria.

Ortiz fue el más efectivo de los dos, con 148 de 389 golpes totales (38%), frente a los 75 de 391 (19,2%) de Kavaliauskas. Ortiz conectó 79 de 262 (30%) con el jab y un potente 69 de 127 (54%) en golpes de potencia, aunque muchos de los jabs que aterrizó podrían entrar fácilmente en esa categoría.

Kavaliauskas cae a 22-2-1 (18KOs) con la derrota, su segunda en el lapso de tres peleas. Su primera derrota se produjo en diciembre de 2109, sufriendo una parada en el noveno asalto a manos de Terence «Bud» Crawford, después de haber sacudido brevemente al titulador del peso welter de la OMB anteriormente en su pelea por el título.

Ortiz llega a 18-0 (18 KOs), manteniendo un récord perfecto como profesional y como artista del nocaut. Terminó el trabajo un asalto más rápido que Crawford, aunque está menos interesado en la comparación de actuaciones que en un choque frontal.

«No significa nada para mí», dijo Ortiz sobre la afirmación de que ha superado al campeón invicto de tres divisiones. «Somos dos peleadores diferentes

La victoria del sábado fue la segunda consecutiva de Ortiz sobre un oponente de alto nivel y con buenas credenciales. La última victoria se produce cinco meses después de detener a su rival amigo y ex titular del peso welter junior de la OMB, Maurice Hooker, en siete asaltos el 20 de marzo en el Dickies Arena de la cercana ciudad de Fort Worth.

Tras esa victoria, Ortiz llamó a Crawford, que estaba junto al ring, para apoyar a Hooker, su compañero de entrenamiento. El invicto en tres divisiones y uno de los mejores libra por libra sigue siendo el objetivo de la primera pelea por el título del joven de Texas.

«Sí», fue la dura respuesta de Ortiz cuando fue preguntado si quería la pelea con Crawford a continuación.

«Hay tanta mierda en el boxeo ahora mismo, que ya no sé ni lo que tengo que hacer.

«Estoy aquí cuando sea. Estoy listo para pelear cuando sea. No importa si es Crawford, si es Errol Spence, el campeón del peso welter del CMB y la FIB, o Manny Pacquiao, el campeón de ocho divisiones. Lo que sea, pelearé con cualquiera».

También quiso restar importancia al golpe recibido en el segundo asalto.

«Me sorprendió con un buen golpe y lo tomé bien», dijo Ortiz a Chris Mannix de DAZN después de la pelea. «Nada más. Es boxeo. Voy a ser honesto… no estaba tan herido como crees que estaba. Me pilló con un buen golpe. Es boxeo, todo el mundo va a recibir golpes. Ni siquiera estoy cansado».

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