Nonito Donaire retiene el WBC gallo y aguarda a la revancha con Inoue

AEBOX/Juan Álvarez/–El Dignity Health Sports de Carson vivió la noche del 11 de diciembre un nuevo encuentro de puños estelarizado por el pleito entre Nonito Donaire y Reymart Gaballo por la faja del Consejo Mundial de Boxeo de los pesos Gallo. Dicha pelea fue la demostración fehaciente de que Donaire sigue ganando su batalla al padre tiempo y a sus 39 años sigue en la cima del boxeo mundial.

Charol azul en la pantaloneta de Donaire, que brilla bajo las luces del coliseo que le ve pelear una vez más. Su pelea 48. Más de la mitad peleando por títulos. Solo seis derrotas a sus espaldas, cicatrices de guerras perdidas contra nombres como Inoue o Frampton.

Gaballo en la esquina rival. El aspirante que se encuentra a una distancia tan minúscula e infinita a la vez. El filipino que quiere destronar a su inspiración. Armadura negra y amarilla que aspira a doblegar a todo el que se interponga entre él y el título mundial.

Presentaciones. Instrucciones. Bendiciones. Choquen guantes. Cada uno a su esquina y los monosabios abandonan el púlpito del ring. Campana inicial.

Asalto de tanteo en el que ambos tagalos buscan acomodarse, entrar en calor y en distancia. Donarie comienza andando hacia adelante, guardia de escudo y economizando sus ramalazos de violencia. Gaballo aguanta el tipo y prueba a Donarie. El aspirante lanza combinaciones, espera la reacción del campeón y no rehúsa cuando Nonito saca manos. Si en teoría Gaballo no debe entrar en el intercambio, sus acciones parecen indicar que lo hará si es necesario. Diez segundos después del aviso, el primer asalto de este combate de título mundial queda sepultado por el mismo tiempo al que Donaire parece dispuesto a aplastar una vez más.

Comienza este segundo acto del pleito programado a 12 con Nonito metido en la sala de operaciones. Ocupa el centro del ring y empuja a Gaballo a las cuerdas. El campeón adelanta la pierna izquierda oriéntandola hacia su rival, al que no le queda más que retroceder. Gaballo, no obstante, vende caro cada centímetro que cede. Comienza a sacar manos y cambia alturas. No se arruga en el intercambio. Nonito todavía no se está prodigando en el jab, que aún se muestra tímido, pero que comienza a entrar con mayor regularidad.

Tercer asalto que comienza y las acciones se intensifican. Gaballo lo fía todo a los intercambios, ya que no es capaz de acertar en la larga distancia. Nonito por su parte luce cada vez más rápido y su balance de pies comienza a ser vertiginoso. Desde la larga distancia comienza a ejecutar un dentro-fuera en ataque y en defensa, a lo que añade un segundo o tercer golpe que acaba en las zonas hepáticas del aspirante. Nonito parece cada vez más cómodo y Gaballo cada vez más valiente. Asalto igualado como los dos anteriores.

Cuarto asalto y será el último. Nonito desenvaina el sable y continúa con la estrategia del tercer asalto. En el primero guardó, en el segundo se fue al centro, en el tercero comenzó a jabear con velocidad y en el cuarto esta nueva estrategia le dará la victoria. Gaballo comienza igual de bravo, pero aún sin acabar el primer minuto recibe un hook al hígado que le lleva al terciopelo del ring. El árbitro comienza la cuenta que, como siempre ha pasado en la historia del boxeo, pasa lenta para el que está de pie y terroríficamente rápida para el dañado. En el séptimo segundo Gaballo amaga con recuperarse, pero es ficción. Vuelve a hincar la rodilla en el suelo mientras que Donarie se eleva sobre las cuerdas al cielo de Carson. Retiene el título gallo del WBC, suma su victoria 28 por KO y demuestra que su velocidad sigue engañando al tiempo.

Donarie aguarda ahora, cinto en mano, la victoria de Inoue para tramar una revancha contra el monstruo nipón y así resarcirse del Drama en Saitama. Mientras tanto, Nonito será la prueba de que en el boxeo se puede engañar al tiempo. 

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